Leonardo da Vinci dejó escrito que su interés por las aves y por volar le venía desde muy chiquito: “Uno de mis primeros recuerdos de infancia fue que, estando yo en mi cuna, según creo, vino un milano hacia mí (…) y me golpeó varias veces en los labios”.
El relato no es verosímil pero muestra el interés de Leonardo por explicar la motivación que lo llevó a crear los modelos de máquinas para volar, a las que llamó uccello (pájaro en italiano).
Y lo que me interesa tanto o más que eso: el pintor de La Gioconda y La última cena recurrió a la infancia para hacerlo. Hoy parece una obviedad. Pero en el Renacimiento el concepto de infancia no existía. Y, en estos tiempos, su impacto no siempre se tiene tan en cuenta como se proclama.
Ciencia y arte, ida y vuelta
Todo esto viene a cuento de que dos propuestas argentinas fueron nominadas al premio a la excelencia de la 62°edición de la Feria del Libro Infantil de Bolonia, el principal encuentro del sector, que se realiza entre el 31 de marzo y el 3 de abril.
Son la editorial Iamiqué, fundada por la bióloga Ileana Lotersztain y la física Carla Baredes, para publicar “libros científicamente divertidos” y la editorial con club de libros Lecturita.
Además, lo de Leonardo da Vinci se relaciona con una obra específica, sobre justamente aves, creada por una bióloga y una ilustradora argentinas, que fue seleccionada para una expo sobre ecología que se realizará durante ese evento en Italia.
Se trata de Aves Migratorias. Una guía sobre 11 magníficas especies (pípala, sello de Adriana Hidalgo), de Pía Flora, especializada en la observación de aves, y la ilustradora Marina Haller, en la que ciencia y arte se potencian.
Flora cuenta maravillas. ¿Cómo una golondrina de 20 centímetros recorre todos los continentes, salvo zonas antárticas y árticas? Y, entre mapas con sus rutas, Haller pinta las aves, sus características y sus formas de vida, muchas veces con pinceladas sueltas pero certeras, al estilo de los impresionistas.

Jaulas abiertas
Aves Migratorias fue incluido en la lista BRAW Amazing Bookshelf, que este año reconoce a 150 libros que fomentan la sostenibilidad y están en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, y se verá en el stand de la Cámara Argentina del Libro (CAL).

“La literatura infantil es una herramienta eficaz para introducir problemas globales entre un público joven, empoderando a los niños para que puedan crear un futuro sostenible”, señaló la Feria de Bolonia.

Leonardo da Vinci les abría las jaulas a los pájaros que compraba para estudiar, según contó Giorgio Vasari, biógrafo de los grandes artistas de aquella época.
La imagen de Leonardo Da Vinci liberando a las aves, mirándolas volar sin ataduras, como tiene que volar la curiosidad de los chicos, me hizo pensar en que la curiosidad es en sí misma un recurso a sustentar.
Bueno, los libros para chicos, esos capaces de ganarles en atractivo a las hipnóticas pantallas, como los que parten ahora rumbo a Bolonia, son una de las maneras más bellas y memorables de lograrlo. También, para los grandes.
JS