Desde hace años se viene diciendo que en la ficción ya está todo inventado y el tiempo, cada tanto, derriba ese mito. El cine, la TV y ahora el streaming se las ingenian para, de vez en cuando, contar una historia verdaderamente nueva. Éste no es precisamente el caso, pero dentro de un subgénero que parece agotado, como es el de los dramas médicos, Pulso le pone un matiz propio a su mix de enfermedades, amores cruzados y competencia laboral en una sala de emergencia que no da respiro. Aunque el objetivo de todos personajes sea, precisamente, que nadie deje de respirar.
Estrenada en Netflix el jueves pasado, tiene como escenario narrativo el Maguire Medical Center de Miami, una suerte de destino inequívoco para todas las urgencias de la ciudad. Accidentes domésticos, urbanos, consecuencias de fenómenos meteorológicos, choques… todo termina en ese mega espacio de corridas en el que se busca salvar las vidas ajenas, mientras vamos conociendo las de quienes trabajan ahí.
Nada muy distinto a lo que plantean las tramas de Grey’s Anatomy -el emblema de los dramas médicos episódicos, con 20 temporadas al aire-, de Chicago Med o de la española Respira, que hace unos meses subió Netflix con el protagónico de Blanca Suárez, una de Las chicas del cable.

Pulso marca la diferencia por la ciudad en la que transcurre la historia, en la que algunas condiciones climáticas o meteorológicas suele generar un dominó de situaciones extremas. De hecho, uno de los protagonistas principales -que se lleva buena parte de los diez episodios– es el huracán Abby.
Y la amenaza de su llegada a la zona pone en alerta al hospital, lo que permite ir conociendo de entrada a los personajes centrales. Con el correr de los episodios habrá tiempo para conocer a elenco masivo que suele requerir este subgénero llamado «dramas médicos».
La historia abre con el doctor Xander Phillips (interpretado por Colin Woodell) suspendido como jefe de residentes por una situación que se develará más adelante. Y entonces hay que designar urgentemente a alguien responsable que sepa resolver la emergencia que se viene: y ése es el momento en el que el personaje de Willa Fitzgerald toma vuelo. Porque la doctora Danielle Simms, residente de tercer año, es la elegida para tamaña tarea. Qué opinará su ¿amante?, el suspendido Dr. Xander.
La serie plantea un ritmo atrapante para que aquellos que gustan de este tipo de historias de corazones rotos tanto desde lo clínico como desde lo sentimental, de la falta de aire tanto en lo físico como en las relaciones, de la adrenalina, de la línea finita entre la vida y la muerte.
Cada episodio deja un cóctel de emociones y sensaciones, pero casi siempre impera más el melodrama que el drama. Creada por Zoe Rabyn, está planteada como una novela clásica, pero con epicentro en un centro hospitalario cuyo contexto se impone permanentemente. En Grey’s Anatomy el planteo tiene un cambio de orden de factores, porque uno termina de ver cada temporada sabiendo un poquito más de medicina. Aquí no, aquí se ofrecen más remedios caseros para lo vincular, sin por eso desatender al paciente.

Ficha
Calificación: Buena
Drama médico Protagonistas: Willa Fitzgerald, Colin Woodell, Justina Machado y Jessie Isher, entre otros Creación y guión: Zoe Rabyn Emisión: Diez episodios en Netflix.