El entrenador que viene de ganar la Copa Sudamericana y la Recopa con La Academia ha pregonado no solo el buen rendimiento de un plantel que va por más, sino el respeto a la historia de Racing.

Fotos: @RacingClub
Redacción El País
Gustavo Costas ha logrado una revolución en el fútbol de Racing de Avellaneda y el factor fundamental en el que se ha basado es en el de la motivación y el respeto. Los jugadores confían en el entrenador y obedecen cualquier tipo de orden que llegue del director técnico.
Hasta la llegada de Costas, el último título internacional de La Academia era la Supercopa Interamericana de 1988, de la que el propio Gustavo participó como jugador. Ahora, en su etapa de director técnico, ya lleva conseguidas una Copa Sudamericana y una Recopa.
Razones suficientes para confiar en él y los futbolistas lo respetan en cada momento, no importa si vienen de anotar tres goles en una goleada 4-1, como Adrían Martínez.
Maravilla venía de convertir por triplicado antes de la hora de partido en la goleada ante Banfield por la Liga Profesional de Argentina y, con un partido por Libertadores entre semana, Costas decidió preservar al goleador.
Martínez salió en medio de toda una ovación del Cilindro, incluso Costas estaba listo para abrazarlo y felicitarlo por su desempeño, hasta que algo alteró al entrenador cuando el futbolista estaba a punto de dirigirse hacia el banco de suplentes.
Por ahí no, le dijo el director técnico a su goleador y lo obligó a dar la vuelta respetando el contorno del escudo de Racing que está estampado cerca de la mitad de la cancha. Como un maestro regañando a un niño, Costas le indicó con su brazo a Martínez el recorrido que tenía que hacer y este respetó al pie de la letra hasta que quedaron frente a frente y Costas le dio la mano, un abrazo y, seguramente, las felicitaciones correspondientes.
Maravilla Martínez esquivó el escudo de Racing al salir de la cancha
¿La razón? una advertencia del entrenador Gustavo Costas
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