El ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, y el presidente de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), Pablo Caggiani, comparecieron este lunes ante la Comisión de Educación y Cultura del Senado. Fueron citados por un proyecto de ley del senador colorado Pedro Bordaberry para elevar a un mínimo de 200 días de clases en todos los niveles, y por el proyecto para crear la Universidad de la Educación (UNED), que volvió a presentar el Frente Amplio.
Vinculado a la última iniciativa, el gobierno anunció en la comisión que enviará al Parlamento un nuevo proyecto de ley, pero que se prevé que tenga cambios en virtud de que no se llegarían a los votos necesarios con la redacción que propuso el oficialismo.
Las Bases Programáticas 2025 – 2030 del Frente Amplio hablan de crear un “cogobierno” en la UNED, algo que la coalición republicana ya adelantó que no respalda, y cuyos votos son necesarios porque se requieren dos tercios de adhesiones en las dos cámaras para crear un nuevo ente autónomo.
Como la UNED supone una “prioridad” para el Frente Amplio, están dispuestos a negociar con el resto del arco político la gobernanza que tendría el nuevo ente autónomo, después de varios intentos fallidos en la última década.
“Estamos dispuestos a dialogar para llegar a acuerdos que nos permitan tener una universidad de la educación, como supimos tener una UTEC”, dijo Mahía en rueda de prensa tras su comparecencia al Parlamento.
Mahía indicó que en la comisión escucharon una “buena voluntad de la oposición” de crear una UNED, tras ser consultado si el Frente Amplio está dispuesto a quitar el cogobierno con tal de que ocurra su aprobación. “Me voy más esperanzado de lo que entré porque parece haber condiciones para avanzar en algo que el Uruguay se debe”, remarcó.
El ministro dijo, además, que van a hablar con “los actores educativos”, sobre las alternativas al cogobierno. Ante la repregunta de si los docentes apoyarían una gobernanza sin una silla para ellos, Mahía retrucó: “No dije que no iba a haber silla para ellos, sino que estamos dispuestos a construir una UNED que tenga una gobernanza acordada. Me permito decir que los partidos de la oposición quieren que estén afuera los estudiantes o los docentes. Tenemos que buscar un acuerdo”.
Consultada al respecto, la senadora blanca Graciela Bianchi, dijo en rueda de prensa que la representatividad docente ya “existe” a nivel de ANEP por las Asambleas Técnico Docentes (ATD) “hasta la parte del asesoramiento”.
“El problema es si pretende que los docentes y alumnos cogobiernen en el sentido de decidir (…) las autoridades políticas son las que tienen que decidir”, añadió Bianchi. “Nunca estuve de acuerdo con la representación docente porque termina siendo representación sindical, excepto con Robert Silva y Daysi Iglesias”.
Bianchi fue enfática al señalar que no votarían una redacción con un cogobierno, tal como informó El País días atrás. “No funciona. Debe ser el único caso en el mundo en que los estudiantes mandan más que los rectores y decanos. Somos defensores a ultranza de la autonomía técnica, pero queremos el funcionamiento de la UTEC”, como se definió en el anterior gobierno, sin cogobierno, añadió.
La senadora, en tanto, destacó el “buen talante” que se abrió desde el gobierno a la discusión. Aunque mantuvo sus dudas al “punto medio”, cuestionando al Frente Amplio que anunció que suprimirá la prueba Docente Acreditado, de reconocimiento universitario de carreras docentes por parte del MEC, que se instaló a partir de la Ley de Urgente Consideración (LUC).
El senador frentista Sebastián Sabini dijo en rueda de prensa que la creación de la UNED es una “prioridad absoluta” y que se va a trabajar para que sea votado en 2025. «Los docentes y estudiantes seguramente van a estar representados. Hay que ver si logramos toda la representatividad que queremos o si evidentemente ponemos como primer objetivo la creación institucional, y más adelante se avance hacia un cogobierno pleno», agregó.
Sin acuerdo con proyecto de Bordaberry
Caggiani planteó que en comisión se marcó la «relación de días o de horas», en el sentido de que pueden ser «200 días de clase o 900 horas», en virtud de las propuesta de extensión del tiempo pedagógico. El titular de ANEP planteó que lo ven con «muy buenos ojos a ver de qué manera es posible con esta complejidad».
Respecto a si es aplicable la propuesta que realizó Bordaberry, quien no habló con la prensa, Caggiani retrucó que «es viable en término de pensarlo en días u horas», mientras que hay un conjunto de estudiantes que «cumplen» con 200 días lectivos.
Por su parte, Sabini planteó que el “primer escollo” está en que desde el Frente Amplio tienen «dudas sobre la constitucionalidad» de la propuesta que hizo Bordaberry, en virtud de que ANEP es un «ente autónomo», que «no permite que los legisladores les digamos cómo se tienen que hacer las políticas educativas».
Sabini agregó a El País que no descarta la votación del proyecto “con modificaciones”. En principio, se buscará llegar al objetivo de 185 días de clases, que se fijó ANEP. Para “mejorar la asistencia” escolar, se adelantó en comisión que se realizará una campaña de bien público.
“Desde el punto de vista estrictamente educativo, no hay evidencia de que llevar a 200 días mejore la educación. En todo caso, tenemos que mejorar la calidad del tiempo que están los estudiantes, asegurarnos que se cumplan 185 días, y establecer políticas para que la oferta educativa cubra la demanda, cosa que hoy no está pasando”, agregó Sabini.
“No es un problema solamente de los días, sino de la calidad de la educación”, dijo Bianchi, en línea con Sabini. “Es un problema pedagógico y de interrelacionamiento de los diferentes organismos del Estado que coadyuvan a que las familias, como estén constituidas y el nivel económico que tengan, que los hijos tienen que ir a la escuela.
“O sea, volver a fines del siglo XIX (…) la educación en la ciudadanía ha perdido valor, eso es responsabilidad de todos y eso es lo que hay que poner primero sobre la mesa”, dijo la senadora. “Es una meta” el proyecto de Bordaberry, sin puntualizar si contará o no el apoyo en la comisión.
Bianchi marcó, además, “un error de todos los gobiernos, incluso con el pasado, la flexibilización con las inasistencias”, planteando que el reglamento de evaluación “no puede permitir más de 20 faltas”, y la justificación “como corresponde”, por razones “muy complejas”.
“Ahora es natural no ir. Y si encima a través de la reglamentación le decimos ‘no te preocupes porque igual pasás’, estamos dando una señal equivocada. Eso se dio también en el gobierno pasado y yo lo observé. Fue una crítica que hice a la Transformación Educativa”, agregó.