Una burbuja en el tiempo, como decía Gustavo Cerati al describir la reunión de Soda Stereo. Así fueron algunos momentos inolvidables del Día 2 del festival Quilmes Rock. Por ejemplo el sorprendente homenaje a Serú Girán que realizaron Pedro Aznar y David Lebón, el explosivo recital de Los Fabulosos Cadillacs, que no tocan muy seguido en Buenos Aires, y hasta el cierre con los nuevamente reunidos Ratones Paranoicos a todo hit.
Una vez más, hubo sold-out y el total de espectadores fue de 60 mil, confirmando el gran poder de convocatoria de los artistas de rock argentino que durante toda la jornada del domingo llenaron los cinco escenarios con fans y curiosos. Comenzaron a entrar al inmenso predio de Tecnópolis poco antes de las 14 horas, cuando arrancó el primer show de Florián, hijo de Vicentico con una interesante carrera solista y el lujo de contar con Santiago Motorizado y Julieta Las como invitados.
El día a sol radiante transcurrió con un desfile incesante de figuras de todas las generaciones y estilos, como Delfina Campos, Blair, Potra, Feli Colina, el dúo Koino Yokan, Dante Spinetta, Isla de Caras, el reggae de Los Cafres y la fuerza de Gauchito Club, que protagonizó el blooper de saludar al «Cosquín Rock», en un insólito lapsus.
Una multitud al atardecer
Hacia las 17:30, cuando lentamente el fuerte calor de la tarde se reemplazó or algunas nubes, ya había más de 10 mil personas viendo los recitales de El Mató Un Policía Motorizado y Conociendo Rusia en los escenarios principales, mientras los ascendentes Silvestre y La Naranja tocaban en la otra punta del predio. Como hechos especiales, el combo de La Plata tuvo como invitada a Nina Suárez y Mateo Sujatovich hizo un muy festejado cover de Rezo por vos, de Charly García y Spinetta.
Serú Girán en vivo, en 2025, con el homenaje de Aznar y Lebón. Foto Martin BonettoApenas sonó el último acorde de Conociendo Rusia, justo al lado arrancó la intro coral del viejo hit La grasa de las capitales, de Serú Girán, marcando el inicio del emotivo encuentro que propusieron Pedro Aznar y David Lebón en un homenaje que en ningún momento se vendió como una reunión, dada la ausencia de Charly por problemas de salud y la imposibilidad de contar con el baterista Oscar Moro, que murió en 2006.
Pedro Aznar cantó y tocó el bajo con todo el sonido característico de Serú. Foto Martin BonettoDesde 1992 que no hubo ningún recital compuesto por canciones de Serú, más allá de la breve reunión de Aznar-Lebón hace dos décadas, y los encuentros fortuitos en algún show de alguno de ellos. Esta fue la primera vez en mucho tiempo, entonces, que sonaron en vivo temas de toda la discografía del grupo, desde los infaltables hits hasta pequeñas rarezas como Autos jets aviones barcos y Frecuencia modulada, con versos que siguen tan vigentes como en 1978, como «Si en la música que escuchas ya no hay vida, si la letra ya no tiene inspiración, si aunque aumentes el volumen no hay fuerza, son los tiempos que están huecos de emoción».
Dante Spineta junto a David Lebón. Foto Martin BonettoY aunque se especulaba con un desfile incesante de invitados al estilo Gracias totales de Soda, David y Pedro fueron los protagonistas casi excluyentes del concierto, junto a una gran banda y apenas tres invitados muy bien elegidos y dosificados: Sandra Mihanovich en A cada hombre a cada mujer, Dante Spinetta en Mundo agradable y Trueno en No llores por mí Argentina.
Treuno con Serú, inspiradísimo. Foto Martin BonettoSandra tuvo la difícil tarea de hacer la estrofa correspondiente a Charly y además armonizar con los anfitriones, y fue tan impecable como emocionante. Dante -a quien David presentó como «un sobrino»- tomó la posta de la versión que grabó Ricardo Mollo e hizo un soberbio solo de guitarra. Y lo de Trueno fue sobresaliente, improvisando sobre la letra hasta actualizar la canción y traerla al 2025 con frases muy dedicadas y sentidas.
Juanito Moro y las fotos de su padre, el recordado Oscar Moro. Foto Martin BonettoOtra sorpresa pero instrumental fue la presencia de Juanito Moro, hijo del recordado baterista, que tocó los parches en Cuánto tiempo más llevará y No llores… La pantalla de video lo mostró en primer plano junto a fotos de su padre, y tanto su rostro como la manera de tocar confirmó lo que diría cualquier prueba de ADN.
Juanito Moro en la batería de Serú. Foto Martin Bonetto.«Por supuesto que no nos olvidamos de Carlitos -dijo David- te amamos muchísimo y te mandamos un beso grande». La gente respondió con una ovación y demostró que había chicos que jamás soñaron con escuchar estas canciones en vivo, y grandes que no podían creer semejante viaje al pasado pero bien anclado en el presente.
Temas como Canción de Alicia en el país, Esperando nacer y Noches de perros tuvieron versiones antológicas, incluso con el guiño de cambiar la letra y decir «la policía» en vez de «su señoría», como cantaba Charly originalmente para evitar la censura de la época de la Dictadura.
El cierre fue con Seminare, cantado por 60 mil personas, igual que en cada River del ’92. Serú 25 sonó sofisticado, complejo, épico y emotivo, con un sonido y arreglos que fusionan como nadie en la actualidad el rock progresivo y el pop.
A todo Cadillacs
Sin respiro, como sucede en los grandes festivales, casi al instante que terminaron Aznar-Lebón, cuando aíun se estaban sacando selfies para sus redes, comenzó un increíble show de Los Fabulosos Cadillacs, donde la banda se dio el lujo de recorrer sus grandes temas pero también mostrar su capacidad para improvisar y actualizarlos, creando climas únicos con su sonido característico, capaz de unir al rock con el ska, el pop, el punk y los ritmos latinos.
Los Fabulosos Cadillacs en Quilmes Rock 2025. Foto Martin BonettoLa lista fue mortal, con un inicio que tuvo el siguiente recorrido: Mi novia se cayó en un pozo ciego, Manuel Santillán el León, Demasiada presión y El genio del dub. Todos saltando, cantando, levantando los brazos y bailando. Sobre el escenario estaban Vicentico, Sr. Flavio, Sergio Rotman, Dany Lozano, Fernando Ricciardi y Mario Siperman, además de Florián Fernández Capello y Astor Cianciarulo. En una bandera estaba el recuerdo a Toto Rotblatt, el percusionista que murió en 2008.
Rotman y Lozano en vivo. Foto Martin BonettoLa complejidad de Piazzolla dio pie al aullido punk de Quinto centenario, la dulzura de Vasos vacíos, Los condenaditos con La Bomba de Tiempo, y Padre nuestro junto a Pablo Lescano, de Damas Gratis. para luego arremeter con Vos sabés, Número dos en tu lista con Santi Motorizado, Saco azul, Siguiendo la luna, Mal bicho, Matador, El satánico Dr. Cadillac y Yo no me sentaría en tu mesa, con Juanito Moro.
Dentro del imparable huracán Cadillacs hubo momentos especiales como el dúo de Vicentico con Florián en Vasos vacíos, y el gran solo de Florián en Siguiendo la luna. Incluso dieron la nota con la presencia de muchos de sus hijos en Vos sabés: Astor, Jaco y Coco de Flavio (y sus nietos Marzo y Dante), Florián y Vicente de Vicentico, Leroy Rotman, y Joaquín, Martino y Ciro Ricciardi.
Además, Flavio lució la máscara de luchador mexicano en algunos temas y todos demostraron por qué siguen siendo una de las mejores bandas del continente.
Los Cadillacs dieron un gran show en el Día 2 de Quilmes Rock. Foto Martion BonettoLa despedida, como sucede en estos casos, fue un «Nos vemos algún día» y luego «Buenas noches, hasta siempre».
El festival continuará este lunes a la noche con una edición especial de la Fiesta FA! de Mex Urtizberea, y seguirá el próximo sábado y domingo con figuras como Los Piojos, Babasónicos, No Te Va Gustar, Los Auténticos Decadentes y más.
