En Latinoamérica, casi todos comparten el castellano como lengua común, pero cuando se trata del idioma universal —el inglés—, el panorama da un giro inesperado. Un reciente estudio internacional dejó a muchos sorprendidos al mostrar que no son las grandes potencias regionales las que lideran en esta competencia. Un pequeño país del noreste del continente se quedó con el primer lugar.
El inesperado líder en inglés que superó a Argentina y Brasil

Según el último Índice de Competencia en Inglés elaborado por Education First, Surinam fue el país mejor posicionado de Sudamérica en 2024, alcanzando el puesto 27 a nivel mundial con una puntuación de 563. Este resultado lo coloca no solo por encima de Brasil y Argentina, sino incluso por delante de varios países europeos como Italia, Francia o España.
Este logro rompe con las expectativas tradicionales sobre el dominio del idioma en la región. Aunque en Surinam el neerlandés es el idioma oficial, el uso del inglés está profundamente arraigado en su vida diaria. Más del 50% de la población tiene un buen manejo del idioma, lo que le permite integrarse con facilidad en contextos globales.
Por qué Surinam domina el inglés y qué lo hace diferente

El manejo del inglés en Surinam no es casualidad. El país ha fomentado activamente su uso en sectores estratégicos como el turismo, las finanzas, la cultura y la tecnología. Esto ha generado un entorno en el que el inglés no solo es una herramienta de comunicación, sino también una vía de crecimiento profesional y social.
A diferencia de otras naciones sudamericanas, donde el inglés suele estar limitado a entornos académicos o clases particulares, en Surinam su aplicación es práctica y constante. La influencia de los medios, el contacto con comunidades internacionales y una apertura cultural más amplia han hecho que el inglés se convierta en parte del día a día de muchos ciudadanos.
Además, el entorno multilingüe de Surinam —donde conviven el neerlandés, inglés, sranan tongo y otras lenguas— ha desarrollado una población con mayor facilidad para aprender idiomas extranjeros.
Este resultado pone en perspectiva cómo el tamaño o el poder económico de un país no necesariamente determinan su capacidad para dominar idiomas globales. Surinam, con una población modesta, ha sabido posicionarse como un referente lingüístico en Sudamérica. Y quizás, también, como un modelo a seguir.