El ministro de Relaciones Exteriores planteó, en su primera participación desde este rol, tres desafíos para la región: la alimentación, la educación y acceso a nuevas tecnologías y la migración.

Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores.
Redacción El País
El ministro de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, participó este martes en Honduras de la IX Cumbre de Jefas, Jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
En su primera participación como canciller de Uruguay en la Celac, Lubetkin inició su discurso con un reconocimiento a la importancia de que este sea el único espacio «que incluye a los 33 Estados de América Latina y el Caribe» pese a las diferencias políticas e ideológicas de los distintos gobiernos.
En su discurso, hizo mención a varias problemáticas pero se concentró en tres: la seguridad alimentaria, la educación y el acceso a las nuevas tecnologías y los movimientos migratorios.
«Todos sabemos que una persona hambrienta no puede ser libre», comenzó diciendo el canciller y reafirmó con esto el compromiso de Uruguay con Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre aprobado en 2024.
Sobre el segundo punto, habló de la importancia de «avanzar con innovaciones educativas con tecnologías digitales, temática en la que Uruguay tiene un recorrido importante gracias al Plan Ceibal el cual promueve la integración de tecnologías digitales en la educación primaria y secundaria, con el fin de mejorar los aprendizajes e impulsar procesos de innovación, inclusión, equidad y crecimiento personal, incluyendo a todos los niños y adolescentes del sistema de enseñanza pública del país». A juicio del canciller uruguayo, una línea a trabajar en el futuro es el intercambio de las «experiencias exitosas» que los países miembros han tenido en este sentido.
En tercer lugar, Lubetkin dijo que los países miembros tienen «otro desafío compartido que refiere a la movilidad humana». «Fortalecer la cooperación regional para atender las causas estructurales y multidimensionales de la migración, promover la integración socioeconómica de los migrantes y reforzar la idea de que todas las personas migrantes sean tratadas con dignidad y respeto», expresó en este sentido.
A juicio del ministro uruguayo, para hacer frente a estos problemas no hace falta «crear o generar ningún mecanismo nuevo, sino aprovechar mejor las instituciones y espacios» ya existentes en la región. «No existe un foro más inclusivo que este en nuestra región y somos nosotros quienes tenemos la capacidad institucional y política y la responsabilidad para enviar señales claras en esa dirección», añadió a esto.
Lubetkin cerró su primera participación como canciller en la Celac subrayando que es necesario «mantener este continente en paz, con crecimiento socio-económico, afrontando los viejos y nuevos problemas, en un mundo que tiene más preguntas que respuestas y que está cambiando dramáticamente». «Es mucho más lo que nos debe unir que separar para que nuestra región avance como pienso que todos deseamos», concluyó.
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