Con una indiscutida trayectoria dentro del mundo del arte, en la tarde de este miércoles, el artista Luis Felipe “Yuyo” Noé dio su último aliento a los 91 años. Representó el arte argentino como ninguno, fundó el movimiento “Otra figura” y fue representante nacional en la Bienal de Venecia. Fue ganador de múltiples premios y becas como la Guggenheim.
No solo tenía un gran don para las diferentes ramas del arte sino, también, una gran vitalidad y curiosidad por las nuevas aplicaciones y tecnologías. Con una mirada analítica y creativa, su obra traspasó fronteras. Así, pintó y escribió hasta el último día.
Además, en marzo había presentado en el Museo Moderno Asumir el caos, el libro en el que estuvo trabajando durante muchos años y, a través del cual, expresó sus pensamientos y sentimientos.
Acerca de «yuyo» Noé
Noé nació en 1933 en el seno de una familia intelectual. Tuvo desde joven un entorno que fomentó su interés por las artes y las letras. Su padre, Julio Noé, fue un destacado intelectual que dirigió la revista Nosotros, fundamental en la vida literaria de Buenos Aires a principios del siglo XX y que cuando el artista nació ya había publicado dos antologías sobre poesía nacional alabadas por Jorge Luis Borges.
El artista colaboró en las secciones políticas de otros periódicos como La Razón y La Prensa. En paralelo continuó formándose en el mundo de la pintura y escultura. Su primera exposición fue en la emblemática Galería Witcomb, donde presentó su primera individual el 5 de octubre de 1959. Fue en este contexto donde entabló amistad con figuras como Alberto Greco, Rómulo Macció y Jorge de la Vega, con quienes formarían el movimiento Otra Figuración.
Luego de su presentación en sociedad, tuvo individuales en Van Riel y Bonino, en ese entonces la galería más importante de la escena, con su serie Federal, basada en el enfrentamiento entre unitarios y federales, que tuvo excelentes reseñas, entre ellas una de Manucho Mujica Láinez. A lo largo de los años, el propio Yuyo fue desentrañando el «caos creativo» ese famoso leit motiv que recorre toda su obra.