Carles Puigdemont no quiere ser juzgado y condenado ni mucho menos encarcelado por su papel en el procés y por ello decidió refugiarse en Bélgica desde el 30 de octubre del 2017, tres días después de que el Parlament votara la declaración de independencia. Solo ha vuelto en una ocasión, en agosto del 2024, para cumplir su promesa electoral de regresar a Catalunya para la investidura de Salvador Illa. Tras un sorprendente míting cerca del Parlament desapareció y volvió a Bélgica sin ser detenido.
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