Gloria Carrá tiene dos hijas: Ángela, a quien tuvo con el músico Marcelo Torres, y Amelia, fruto del matrimonio con Luciano Cáceres. En diferentes oportunidades, la actriz habló del vínculo que tiene con cada una de ellas, que fue cambiando a lo largo de los años.
En una entrevista reciente con revista GENTE, la artista se sinceró al hablar de la relación que mantienen, su deseo de trabajar con ellas alguna vez y cómo se lleva con sus yernos.

-Con Ángela tienen una relación muy unida…
-Sí, tenemos una relación muy hermosa, ya pasamos el momento de la adolescencia que fue lo más caótico, y tenemos una relación muy linda. Bueno, Ángela tiene ahora la edad en que yo la tuve a ella, así que está entendiendo un montón de cosas, a ella también le van cayendo unas fichas.
-Cuando nació, vos tuviste que seguir trabajando…
-Sí, totalmente, yo no paré nunca de trabajar. La crié sola a Ángela y no me podía permitir parar de trabajar, porque tenía que ganar el dinero para criarla, para comer, para todo.
-¿Sentiste culpa después? ¿Ella te lo reprochó alguna vez?
-Ella en algún momento me ha dicho que yo no estaba, y ahora entendió que yo no estaba todo el tiempo que hubiese querido porque estaba trabajando. Yo trabajaba mucho en ese momento además, y las novelas te llevaban muchas horas, antes estabas 11 horas en canal. Y aparte otras 3 horas me las pasaba viajando, porque yo vivía en Lanús, y por ejemplo grabábamos Verano del 98 en Tigre, entonces en ese tiempo… Pero era lo que tenía que hacer en ese momento, así que no, no me arrepiento. Si me preguntás si me hubiera gustado y hubiera podido elegir, me hubiera quedado más en mi casa con mi hija, obviamente.

-¿Con Amelia fue diferente?
-Sí, con Amelia fue diferente, creo que estuve mucho más presente, pero también trabajé y trabajo.
Ángela Torres y Amelia Cáceres siguieron los pasos de su madre en el arte
-Ángela siguió el camino del arte, ¿tuviste algún miedo o le diste alguna recomendación?
-Es que ella lo eligió de muy chiquitita. Ella sabe que estoy súper presente, por supuesto que hablamos de un montón de cosas, porque es nuestra vida, en lo cotidiano surgen temas que tienen que ver con el trabajo, y todo el tiempo nos aconsejamos, tanto yo a ella como ella a mí.

-Vos contaste que hace muchos años sufriste un abuso en el trabajo, ¿eso también lo hablaste con Ángela?
-Sí, a mí me pasó a los 18 años, y sí, Ángela lo sabe perfectamente, sabe quién y todo. Igual pensá que Ángela y Amelia ya están criadas en este contexto donde todo el tiempo las mujeres hablamos de todo. Eso yo lo sufrí en el trabajo, pero también en la calle, sucedía todo el tiempo. Eso lo seguimos sufriendo las mujeres continuamente, solo que ahora lo exponemos mucho más, lo podemos hablar y me parece muchísimo más sano. Aunque todavía no podemos erradicarlo, porque creo que ahí tienen que meterse también los hombres. Las mujeres criando hombres y los hombres mismos decir: «¿Qué estamos haciendo? Tenemos hijas, tenemos madres, tenemos hermanas».
-Claro, que los hombres también luchen por erradicarlo…
-Creo que hay algo ahí donde los hombres tienen que empezar a poner sobre la mesa qué les pasa con eso, y cuidarnos también ellos, no sólo cuidarnos nosotras. Pero estamos en un mejor momento. Por lo menos podemos hablarlo, antes no lo podías hablar porque hasta tu familia te podía llegar a culpar. Además había algo medio oscuro ahí, donde vos sentías que por ahí habías tenido la culpa, había mucha cosa que ahora ya sabemos que no.

-Sí, Ángela y Amelia están criándose en un mundo diferente…
-Y todavía sigue, ¿cómo les cuesta a los hombres realmente hacer una revisión interna para ver qué está pasando? Digo, ahora acaban de desvincular a Ari Paluch de la radio, por sus dichos nefastos, y creo que su hija estaba ahí o trabaja con él. No entiendo cómo los hombres no toman consciencia de lo que dicen y de lo que hacen. Está buenísimo que lo hayan desvinculado y lo celebro, pero me parece que los hombres a partir de ahora, en lugar de solamente cuidarse por si los echan, deberían pensar internamente en qué lugar están parados, dónde nos ponen a nosotras.
-Amelia también quiere seguir el camino del arte, ¿no?
-Sí, Amelia ya hizo unos castings y quedó en El fin del amor, la segunda temporada que va a salir ahora, hace de Vera Spinetta de chica. Y después siguió haciendo castings. Ella se prepara mucho en comedia musical, baila y canta. Lo que le gusta a Ángela también, las dos por el mismo lado. Y yo con la música por el lado de la canción, pero no del baile, que me hubiera encantado, será en la próxima vida, porque ya hago tantas cosas nuevas, pero me encanta el baile, me gusta muchísimo, me hubiera encantado tener la facilidad.

-¿Te gustaría alguna vez trabajar con tus dos hijas?
-Ay, sí, obvio, me encantaría. De todas formas, yo creo que sí, pronto haré algo, porque en mi próximo disco la invité a Ángela a cantar una canción. Así que tal vez también Ame participe de alguna canción. Las dos cantan muy hermoso, a Ángela ya todos la conocen, y Amelia canta precioso también.
-¿Cómo vivís el crecimiento de las dos? ¿Cómo va cambiando la relación con cada una de tus hijas?
-Ay, es hermoso, esta etapa es muy hermosa. Hace poquito, para el cumpleaños de Amelia, hicimos un viaje las tres juntas a la playa y fue una belleza. Una belleza porque las tres hablando de los mismos temas, porque ya no hay mucha diferencia de edades. Ya podemos compartir, charlas mientras cenamos, caminatas en la playa. La verdad que muy hermoso, estoy muy agradecida.

-¿Cómo vivís las relaciones de tus hijas? ¿Qué tipo de suegra creés que sos?
-Yo soy una suegra ideal, porque yo estoy feliz mientras mis hijas estén felices. Si me necesitan, estoy, siempre voy a estar para aconsejarlas, para lo que quieran. Pero además siempre tuve lindos yernos, así que enseguida los quiero. Son parte de la familia, aparte Rusherking es muy linda persona, y Ame también está de novia, tiene un novio muy lindo. Lo importante es que estén contentas, que sean felices.
