Guillermo Francos se prepara para el primer test en Diputados, donde el miércoles deberá responder, en el marco de su informe de gestión, sobre las turbulencias económicas, la salida del cepo cambiario y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque la atención también estará puesta en la versión que el jefe de Gabinete dará sobre el escándalo de la criptomoneda $LIBRA promocionada por Javier Milei, que generó importantes pérdidas económicas y sobre la que se investiga un presunto fraude.
La sesión informativa fue promovida por el oficialismo en un intento fallido por frenar la ofensiva de la oposición más dura que aprobó citar para el 22 de abril a una interpelación de Francos, junto a los ministros de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; y de Economía, Luis Caputo. También se incluyó al titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva.
Todo esto se da en un escenario de extrema ebullición en la Cámara Baja, donde el oficialismo hizo movimientos en sus armados generando nuevos bloques e interbloques para bloquear el funcionamiento de la comisión investigadora del escándalo cripto. Esta jugada provocó fuertes críticas desde la oposición.
En principio, desde la Casa Rosada aseguran que «por ahora» el jefe de ministros va a la reunión en Diputados para cumplir con lo establecido en el artículo 101 de la Constitución, que lo obliga a presentar mensualmente el informe de gestión. Incluso, el equipo de Francos ya leyó las 4.003 preguntas enviadas por los diputados y de las cuales quedaron 2.300 porque el resto estaban repetidas. Poco más de 70 consultas tienen relación con el escándalo cripto.
La decisión de Martín Menem de agendar la reunión para el día previo al inicio del fin de semana largo por el feriado de Pascua generó distintas especulaciones ante la dificultad de algunos diputados de poder llegar desde sus provincias por la falta de vuelos. Sin embargo, las distintas bancadas anticiparon que garantizarán al menos una presencia representativa ante la visita de Francos.
Hay que tener en cuenta que la sesión informativa del jefe de Gabinete requiere del quórum de 129 diputados como cualquier otro debate. Por eso, desde la oposición pusieron el ojo en una posible intención del oficialismo de vaciar el recinto para hacer caer la reunión, pero en rigor tanto desde Unión por la Patria como de Democracia para Siempre y la Coalición Cívica tienen la intención de escuchar la respuesta del Gobierno sobre la actualidad económica.
Hasta este fin de semana, sólo Encuentro Federal, el bloque que preside Miguel Angel Pichetto, fue el único que anticipó su intención de no participar en la sesión informativa, salvo alguna excepción, ya que insistieron con que se trató de «una convocatoria tramposa para intentar evitar la interpelación». Incluso reclamaron que se baje la reunión.
Por ahora, los opositores que van a escuchar al jefe de ministros anticipan que no van a centralizar el debate sobre el caso $LIBRA aunque, obviamente, habrá algunas preguntas que deberá responder para definir la posición del Ejecutivo.
«Guillermo Franco al igual que el resto de los ministros deberán concurrir al Congreso el martes 22 de abril en el marco de la interpelación que les vamos a realizar para poder determinar si le va a caber alguna responsabilidad a nuestro Estado por el tuit del Presidente promocionando la criptomoneda», precisó Pablo Juliano, jefe de Democracia para Siempre, el espacio que responde a Facundo Manes y Martín Lousteau.
Está claro que la oposición presionará sobre el aumento de la inflación, que en marzo llegó a 3,7 % y en lo que va del año ya acumula 8,6%. Pero también buscarán más definiciones sobre el acuerdo con el Fondo Monetario por US$ 20.000 millones que serán destinados a capitalizar las reservas del Banco Central y pagarle al propio organismo. Además querrán precisiones sobre cómo será el plan para la liberación del cepo cambiario y cómo se mantendrá un dólar en una franja de entre $1000 y $1400.
Esta sería la tercera vez que Francos va al Congreso desde que asumió como jefe de Gabinete en reemplazo de Nicolás Posse, quien renunció en mayo del año pasado. En septiembre de 2024 había pasado por la Cámara Baja y en noviembre se presentó en el Senado.