Hace apenas unos días Juana Repetto confirmó su separación de Sebastián Graviotto, tras siete años de relación. La información la dieron en primicia en LAM (América TV), donde contaron que había pasado más de un mes de la ruptura, pero fue la actriz quien reveló más detalles para evitar las especulaciones alrededor de esta decisión.
Su exmarido rompió el silencio este fin de semana y contó su versión de los hechos, para eso utilizó sus historias de Instagram: «Gente, ¿cómo andan? Bueno, no acostumbro a hacer esto, pero tengo un montón de mensajes con respecto a Juani y a mí… mensajes lindos y mensajes como: ‘Pobre Juani’, ‘la mujer que te perdiste«, comenzó diciendo.
Más adelante aclaró: «Estoy de acuerdo, es una gran mujer. Gran, gran mujer. La admiro un montón… Es verdad que ella tomó la iniciativa. No venimos de un buen año. Estuvimos trabajándolo en terapia de pareja, haciéndolo los dos«, dijo. Y confesó: «Yo quería seguir intentándolo, no renunciar al trabajo que hay que hacer para seguir con la familia, con los proyectos. Ese era el objetivo principal«.
A modo de desahogo, Sebastián contó: «Ella considera que ya está, y está bien. Le agradezco, porque si ella lo siente así, está bueno tener el valor y el amor de comunicarlo, porque no es fácil… Es difícil. Uno tiene que elegir el difícil que quiere. No es fácil estar en pareja, no es fácil estar separado. Yo estaba dispuesto a seguir haciendo el trabajo necesario para modificar o adaptar esas cosas que al otro le molestan, que me parece que ahí está el kit», aseguró.

El desahogo de Sebastián Graviotto tras su ruptura
El instructor de snowboard habló a corazón abierto sobre cómo se siente tras la drástica decisión de Juana: «Obviamente que estoy con dolor interno, por lo que implica la separación. No despertarme todas las mañanas con ella, con Toribio, con Belisario, que tanto disfrutaba… porque no te separás de lo que te molestaba del otro, sino también de lo lindo. Y teníamos un montón de cosas lindas», enfatizó.
Asimismo, mencionó sobre su ánimo: «Subo una historia jugando al golf, que es lo que hago todos los viernes de mi vida, o haciendo un asado con amigos… y sí, estoy triste. Pero siempre trato de tomarme la vida de manera positiva, con una sonrisa, por más que por dentro capaz esté un poco roto y triste. Porque si no tendría dos problemas: lo que está pasando, que es real, y encima estar tirado en mi casa».

Finalmente, Graviotto reveló: «Estoy trabajándolo en terapia un montón. No creo que me vean tirado llorando en ningún lado. Esa es mi energía, es mi forma de ser. Y me parece que ese es el camino. Lo que no significa que no esté triste». Y cerró: «No pienso tanto en el futuro, porque creo que no existe. Trato de estar bien para mí, para mi familia, para mis hijos, y no pensar en lo que puede llegar a pasar. Acá estamos, viviendo el presente y disfrutando como se puede».