River y Talleres de Córdoba se reencuentran tras aquella final de la Supercopa Internacional que en Paraguay le dio el primer título local de su historia a la ‘T’. Con deuda en el juego, el equipo de Marcelo Gallardo quiere dar un paso decisivo en la clasificación a los Playoffs por la zona B del Torneo Apertura. El encuentro en el estadio Monumental se disputa con Nazareno Arasa como árbitro y televisación de ESPN Premium.
Se vivió una previa caliente en el Monumental, con apoyos y reprobaciones. Lo primero fue para Gallardo: todo el estadio lo ovacionó tras una semana donde surgieron versiones acerca de su salud que debió salir a cruzar la propia dirigencia del club. Una situación diferente se vivió cuando la voz del estadio pronunció el nombre de Miguel Angel Borja quien recibió la reprobación de todo el estadio.
Por más que cortó la racha, River sigue sufriendo del mal de los primeros tiempos y no pudo convertir en unos 45 iniciales donde acorraló a Talleres. La más clara la tuvo Colidio quien, tras un pase fenomenal de Driussi, corrió hacia el arco con opción de pase a la derecha, pero decidió jugársela él mismo y perdió en el mano a mano con Herrera.
Había sido un pase fenomenal de Driussi, pero Colidio se nubló totalmente en la definición. La más clara de la noche. pic.twitter.com/wFIlHkTX2O
— La Página Millonaria (@RiverLPM) April 13, 2025
River choco y chocó desde el minuto uno de juego en el Monumental. Y en el segundo tiempo siguió yendo, sin pensar demasiado y sin cubrir los espacios. Había un hueco en el medio, por la salida de Enzo Pérez y quedó claro cuando el recién ingresado Valentín Depietri encaró por el medio y no paró de acelerar hasta quedar mano a mano con Armani y dar el pase a la red.
¡El ⚡️ de la T! Depietri ganó en velocidad y definió entre las piernas de Armani.pic.twitter.com/cPnYTKTQCl
— Liga Profesional de Fútbol (@LigaAFA) April 14, 2025
Después de la genialidad que inventó en el primer tiempo, Mastantuono volvió a arreglárselas para exigir a Herrera. Pero el Monumental empezó a reclamar desde cada rincón: 85 mil almas cantaron el clásico «movete, River, movete», en clara señal de disconformidad. Además, Miguel Borja que ingresó en el segundo tiempo, recibió la reprobación de gran parte del estadio, como había ocurrido antes del arranque del partido.