El proyecto ferroviario «Meridiano 68» busca reactivar ramales clave del sur de Mendoza para conectar la minería de San Juan con Vaca Muerta y los productos del Alto Valle.
El ambicioso proyecto ferroviario “Meridiano 68”, que busca unir la provincia de San Juan con Neuquén, podría transformar el mapa logístico y productivo del oeste argentino.
La iniciativa apunta a conectar el desarrollo minero de Cuyo con Vaca Muerta, al tiempo que impulsa el transporte de productos regionales como vino, aceite de oliva, pistachos y frutas hacia los puertos y centros de consumo del país.
Sin embargo, para que el tren se haga realidad, es clave la recuperación del ramal ferroviario que atraviesa los departamentos mendocinos de San Rafael y General Alvear, considerados puntos estratégicos de conexión con el sistema ferroviario nacional.
El trazado del proyecto
La traza propuesta parte desde San Juan, atraviesa Caucete y Palmira en Mendoza, y conecta con Monte Comán y General Alvear. Desde allí se bifurcan los ramales que bajan hacia San Rafael y Malargüe, y también los que se dirigen hacia el este, enlazando con Buenos Aires a través de San Luis y La Pampa.
Para cerrar el circuito hacia Neuquén, sería necesario construir un nuevo tramo entre Alvear y el norte neuquino, pasando por zonas estratégicas como Potasio Río Colorado y el corazón energético del país: Vaca Muerta.
Una inversión clave para el desarrollo federal
El proyecto demandaría una inversión superior a los 1.500 millones de dólares, según estimaciones preliminares. Aunque el foco principal está puesto en el transporte de carga, especialmente de minerales y productos regionales, no se descarta su uso para pasajeros y actividades turísticas en el futuro.
Además de reducir costos logísticos, la recuperación del tren permitiría descomprimir rutas, potenciar economías regionales y contribuir a una logística más sustentable.
Una obra que espera apoyo político y financiamiento
Para avanzar, el Meridiano 68 necesita apoyo de los gobiernos provinciales y financiamiento nacional e internacional, algo que ya se comenzó a gestionar desde el sector minero sanjuanino y productivo neuquino.
La mirada ahora está puesta en los departamentos del sur mendocino, cuya infraestructura será decisiva para que esta vía ferroviaria vuelva a cobrar vida.