Franco Piffaretti es un joven actor de 25 años, oriundo de Montevideo, Uruguay, que deja en claro sus ansias de crecer en la industria del cine y la televisión. Su fuerte historia familiar, contada a revista GENTE, le forjó una personalidad que sin dudas le dio herramientas para desarrollarse en la actuación.
Después de ser parte de producciones infanto-juveniles como Entrelazados y recientemente interpretar a uno de los presos de la serie Espartanos (Disney +, sobre los rugbiers del penal 48 de San Martín), ahora tiene por delante su primer protagónico: ponerse en la piel del personaje del libro Cero Miligramos, de Santi Talledo.
Se trata de una producción basada en la mencionada obra literaria, que cuenta la historia de un adolescente, poniendo el foco en los trastornos alimenticios y la salud mental como elemento transformador de diferentes momentos de su vida.

“Siento que hay una conexión muy grande entre el personaje del libro, Santi y yo», remarca el uruguayo GENTE. Y agrega: «Me tocaron vivir cosas en mi vida que están en el libro y están en la vida de Santi. El suicidio, la depresión, los ataques de pánico, todo lo relacionado a la salud mental, me tocó tanto a mí como a mi familia. Tener la chance de representar a una persona así, me parece alucinante”.
– Lo que viviste con tu familia, la pérdida de tu hermano, el suicidio de tu papá, ¿son cosas que las seguís teniendo en el presente o quedaron atrás en tu vida?
-Es muy reciente lo de mi papá, fue en 2020. Me define mucho como persona hoy porque me transformó muchísimo. Pero creo que el detonante de todas las cosas que viví fue el fallecimiento de mi hermano en un accidente de auto en 2008. Yo tenía 8 años. Desde muy chiquito tuve que activar algo de mi supervivencia, encontrar herramientas emocionales para poder sobrevivir, con terapia ininterrumpidamente y medicación psiquiátrica.

La difícil infancia de Franco va directamente en línea con su presente laboral, en el que ahora apunta a encontrar roles en la actuación que reflejen aquellas ‘herramientas emocionales’ que adquirió y le permitirán no solamente interpretar un personaje a partir de sus capacidades como actor, sino también con su experiencia de vida.
-¿De qué otras formas también sentiste que el papel conectaba muy bien con tu búsqueda actoral?
-El libro trata también sobre el bullying y yo recibí también en distintos momentos de mi vida. Fue como que me llegó un tipo de personaje con el que fui haciendo una check list de similitudes y había un montón. Lo veo y digo: «Es hermoso y sé que tengo muchas vivencias que le puedo aportar desde mi sensibilidad a la historia».