Juan Ingaramo años atrás fue celestino: él, de alguna manera, hizo que Sofía Vitola y Mike Amigorena se conocieran. Y… de ese amor nació Miel (5), que tiene casi la misma edad que Lila (5), su hija, fruto de su relación con Violeta Urtizberea.
Más allá de que hoy Sofía y Mike no sigan juntos, el vínculo entre las nenas sigue intacto y hay algo que lo hizo aún más profundo: vivían en el mismo edificio en la pandemia del coronavirus, lo que hizo que pasaran sus primeros años súper juntas.
«Miel es como una sobrina para mí porque su su madre, Sofi Vitola (cantante de Potra), es una hermana de la música de hace mucho tiempo. Originalmente era amiga mía, ahora también es muy amiga de Viole», cuenta Ingaramo a Revista GENTE.

Y suma, sobre la relación que tienen las dos nenas: «Lila nació en septiembre y Miel, en febrero. Vivíamos todos en el mismo edificio en Olivos. Fueron casi tres años hasta que nos mudamos de ahí y encima era pandemia. Es como una sobrina segunda. Miel es irresistible. La amo, es divina«.
Además asegura que juegan un montón y que son socias. En las cuentas de redes sociales de sus padres, hay videos y hasta se puede ver a las nenas cantando «Ya borré los números de tu celular», canción de Ingaramo, juntas, mientras él toca el piano.
Vitola e Ingaramo se conocen por la música y, según cuenta el cordobés, son hermanos musicales. Más tarde, en una de las fiestas de Mex Urtizberea, el papá de Violeta, conoció a Mike. Y así fue como, Ingaramo unió a Vitola con Amigorena.
«Con Sofía nos fuimos a vivir al mismo edificio, de casualidad. Vivimos como 7 años ahí. Ella, en el quinto. Después se puso en pareja con Mike», profundiza sobre cómo fueron los inicios de este dúo que se conoce desde la cuna.
Juan Ingaramo y su deseo de volver a convertirse en padre

La cara de Juan cambia cada vez que nombra a Lila. Lila es parte de cada una de las frases que surgen de forma espontánea. También le da vueltas a la idea de tener otro hijo, algo que, según confiesa, está hablado con Violeta y no está descartado.
«El vínculo con Lola es cada día más increíble. Pasan los días y, en un punto, es arena en las manos, porque se va… Ese cuerpito, esos canchetes, esa ingenuidad, esa vocecita… Toda esa cosa de la niña que va dejando de ser y que también se va convirtiendo en una persona que salió de uno. La verdad es que la paternidad es apasionante y disfruto mucho de poder compartirla con Viole», dice.
Y detalla algunos de los atributos de su hija: «Es muy buena, se porta muy bien. Es sensible, graciosa, ¿qué te voy a decir yo? Siento que es muy inteligente, pero sobre todo que se conecta con las emociones. Eso me gusta. Tiene cierta sensibilidad que espero que resulte en una conexión con el resto, con el mundo, que pueda ser empática y buena en este mundo tan cruel.
Sobre su forma de conectarse con los demás, Juan asegura que es «brava» y que «le vendría bien un hermanito». «Me imagino siendo padre otra vez como no siéndolo. Siento que así estaría muy bien y también que tener otro hijo también estaría muy bien. Sería un gran trabajo», confiesa..