Justo cuando una dura crítica de Serena Williams, una de las mejores tenistas de la historia, volvió a poner el foco sobre su caso de doping, Jannik Sinner recibió luz verde para volver a entrenar y comenzó a preparar su regreso a las canchas. El italiano, que está cumpliendo una suspensión de tres meses por dar positivo por clostebol en dos controles del año pasado, completó este jueves la primera sesión de práctica de cara al Masters 1000 de Roma, que se pondrá en marcha el 7 de mayo y en el que volverá al circuito luego de la sanción, que finaliza tres días antes del comienzo del torneo del Foto Itálico.
El número 1 del mundo estuvo peloteando en una de las pistas de polvo de ladrillo indoor de un club de Beaulieu-sur-Mer, un pueblo del sur de Francia, con el británico Jack Draper, sexto del ranking y con quien tiene una relación muy cercana.
Durante su suspensión, Sinner no pudo entrenar en gimnasios y canchas públicas o de clubes afiliados a una federación deportiva. Ni compartir las prácticas con jugadores federados o profesionales. Así, según medios de su país, se enfocó durante los últimos meses en mantener su forma física en instalaciones privadas. Según los términos del acuerdo con la Agencia Mundial Antidoping (WADA), con el que aceptó a principios de febrero la sanción, esa restricciones se extendían hasta el 13 de abril, día en el que quedaba habilitado para «regresar a la actividad de entrenamiento oficial».
El plan del ganador de tres Grand Slams era, de acuerdo al diario La Gazzetta Dello Sport, realizar su primera práctica el miércoles en las canchas del Country Club de Montecarlo, donde el domingo Carlos Alcaraz se coronó campeón. Allí se encontró con su compatriota y amigo Matteo Berrettini, el elegido para la primera sesión de tenis. Sin embargo, las fuertes lluvias que cayeron durante toda la jornada sobre el Principado le arruinaron los planes y se tuvo que conformar con trabajar un rato en el gimnasio, bajo las órdenes de sus entrenadores Simone Vagnozzi y Darren Cahill.
Como el clima no mejoró, este jueves decidió trasladarse hasta Beaulieu-sur-Mer, ubicado a unos 20 minutos de Mónaco, donde finalmente pudo pelotear un largo rato junto a Draper, campeón hace unas semanas en el Masters 1000 de Indian Wells y unos de sus amigos en el circuito.
— Janniksin_Updates (@JannikSinner_Up) April 17, 2025
Como en ese club se está disputando un torneo junior de la ITF, hubo varios curiosos y algunos periodistas que pudieron colarse y observar la práctica, de la que se viralizaron un par de breves videos.
Sinner dio positivo por clostebol en dos controles realizados en marzo de 2024, aunque el caso recién se hizo público en agosto, en la previa de un US Open que el italiano terminó ganando. Jannik argumentó que la droga -un esteroide anabolizante que se encuentra en cremas cicatrizantes o que tratan afecciones de la piel- ingresó en su organismo por accidente, por un error de sus fisioterapeutas, quienes luego se desvincularon de su equipo. La ITIA aceptó la justificación y como la cantidad era tan pequeña que no le proporcionaba una ventaja competitiva, lo absolvió. Pero la WADA presionó para que se le impusiera una sanción de uno a dos años. Y finalmente, en febrero, las tres partes acordaron la suspensión de tres meses, que finalizará el 4 de mayo.
Las críticas de jugadores y fanáticos llovieron durante todo el proceso. Aunque la mayoría no apuntaron a Sinner sino al trato preferencial que le dieron las organizaciones responsables al caso. La última en emitir su juicio fue Serena, que en una entrevista con la revista Times aseguró: «Si lo hubiera hecho yo, me habrían condenado a 20 años. Siendo sinceros, me habrían quitado Grand Slams. Habría terminado en la cárcel».
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El italiano jugó su último partido el 26 de enero, cuando derrotó a Alexander Zverev en la final del primer Grand Slam del año, en Melbourne. El 9 de febrero, la WADA anunció su suspensión.
Pese a su inactividad, logró conservar el número 1 del mundo, aún cuando perdió 1500 puntos al no poder defender los títulos de Rotterdam y el Masters 1000 de Miami y otros 400 de las semifinales de Montecarlo.
Ni Zverev ni Alcaraz lograron aprovechar los últimos meses para desplazarlo: necesitaban ganar prácticamente todo lo que jugaron pero estuvieron demasiado irregulares, sobre todo el alemán. Aunque sí pudieron acercarse un poco.
Cuando comenzó la sanción el 9 de febrero, el italiano tenía una ventaja de 3.695 unidades sobre le germano y de 4.820 sobre el español. Hoy, solo 2.240 lo separan de Carlitos, que recuperó el «2» con su consagración en Montecarlo, y 2.335 de Sascha. Y las brechas podrían achicarse más antes de su vuelta porque Sinner cederá otras 200, por los cuartos de la cita de Madrid, que arranca el próximo miércoles y que tampoco podrá jugar.
La caída de Zverev, hasta la semana pasada segundo de la clasificación, en su debut en el certamen monegasco le aseguró al italiano la cima del ranking, al menos, hasta Roland Garros. Y con el «1» garantizado, podrá enfocarse en sus primeras semanas en recuperar el ritmo de competencia, pensando en un segundo semestre en el que sí deberá revalidar una cosecha muy grande: el año pasado ganó Halle, Wimbledon, Cincinnati, Shanghai y las ATP Finals.