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Un nuevo fallecimiento a causa de hantavirus vuelve a encender las alarmas sanitarias en la Patagonia argentina. Se trata de una joven de 28 años que murió en las últimas horas en la localidad de Epuyén, provincia de Chubut, y cuyo caso fue confirmado como positivo para esta enfermedad viral. La muerte representa el segundo caso fatal en lo que va de abril en la región cordillerana, en medio de una creciente preocupación epidemiológica.
La víctima era oriunda de El Bolsón, pero residía desde hace varios años en Epuyén, lo que —según informó el medio Noticias del Bolsón— descarta una conexión directa con la ciudad rionegrina, como se había difundido erróneamente en un primer momento. Su cuerpo fue hallado sin vida en la vivienda que ocupaba y, tras la intervención del hospital local, fue trasladado a Esquel para los estudios correspondientes.
Aislamiento de contactos y seguimiento clínico
Actualmente, las autoridades trabajan en la identificación de todas las personas con las que tuvo contacto en los 45 días previos al deceso, con el objetivo de aplicar aislamiento preventivo y realizar un seguimiento clínico estricto para detectar síntomas compatibles con hantavirus. Aunque aún no se emitió un parte oficial, fuentes médicas confirmaron que se activaron los protocolos sanitarios previstos para estos casos, incluyendo medidas de vigilancia epidemiológica y restricción de contactos.
Este nuevo fallecimiento se produce a solo días de la muerte de Oscar Fabián Tripailaf, un ciclista de 38 años que había viajado a San Martín de los Andes (Neuquén) para participar de una competencia de montaña. Tripailaf presentó síntomas compatibles con hantavirus y fue internado en el hospital local, donde falleció tras varios días de tratamiento. El Ministerio de Salud neuquino aisló a 10 personas de su entorno cercano, y se investiga si el contagio se produjo en un entorno natural, durante alguna de sus actividades deportivas.
Preocupación por el brote en la región
La reiteración de dos muertes por hantavirus en puntos geográficos cercanos y en tan corto plazo ha generado un fuerte estado de alerta en toda la región cordillerana, en particular en localidades de montaña y zonas rurales, donde el virus circula a través del roedor silvestre conocido como colilargo (Oligoryzomys longicaudatus), principal vector de la enfermedad en la Patagonia.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda y grave, cuya forma más común de transmisión es a través de la inhalación de partículas en ambientes contaminados con excremento, orina o saliva de roedores infectados. Sin embargo, la cepa andina presente en el sur argentino también permite la transmisión de persona a persona, lo que hace indispensable el aislamiento inmediato de los contactos estrechos y un seguimiento exhaustivo.
Medidas de prevención y recomendaciones
Las autoridades sanitarias de Chubut y Neuquén reforzaron las campañas de concientización y reiteraron las medidas preventivas para reducir el riesgo de contagio, sobre todo en zonas rurales, senderos turísticos y entornos boscosos, muy frecuentados en esta época del año. Entre las recomendaciones más importantes, se destacan:
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Ventilar bien los ambientes cerrados antes de ingresar, especialmente galpones, cabañas o refugios.
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Evitar barrer polvo o excremento de roedores (limpiar con lavandina y paños húmedos).
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No dejar alimentos expuestos, y mantenerlos en envases cerrados.
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Sellar aberturas y eliminar posibles refugios de roedores.
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Usar ropa adecuada y protección al limpiar o recorrer zonas de riesgo.
El brote reaviva la memoria del brote de 2018-2019, que tuvo epicentro en Epuyén, donde murieron 11 personas y se registraron más de 30 contagios. En ese entonces, la propagación de persona a persona generó una situación de emergencia sanitaria inédita en el país.
Hoy, con dos muertes recientes y varios contactos en aislamiento, la región vuelve a enfrentar un escenario que exige vigilancia, acción coordinada y responsabilidad individual para prevenir nuevos contagios y proteger la salud pública.