Una mujer de 28 años falleció en las últimas horas en Epuyén, a causa de hantavirus, encendiendo una nueva alerta sanitaria en la región cordillerana. La víctima era oriunda de El Bolsón, pero residía desde hace varios años en Chubut, lo que descarta —según aclaró el medio Noticias del Bolsón— un vínculo directo con la ciudad rionegrina, tal como habían informado de manera errónea algunos portales.
El cuerpo de la joven fue hallado sin vida en la vivienda que ocupaba en Epuyén. Inmediatamente intervino personal médico del hospital local, y luego el cuerpo fue trasladado a Esquel para los estudios correspondientes. Actualmente, se trabaja en la identificación de todas las personas con las que tuvo contacto en los 45 días previos a su deceso, con el objetivo de realizar un seguimiento clínico, detectar posibles síntomas y aplicar medidas de aislamiento preventivo en los casos necesarios.
Aunque no hubo un parte oficial, fuentes extraoficiales indicaron que ya se están tomando medidas para aislar a los contactos estrechos de la joven, en línea con los protocolos establecidos para este tipo de situaciones.
Este caso se suma a otro fallecimiento reciente por hantavirus que tuvo lugar en San Martín de los Andes, provincia de Neuquén. En ese caso, la víctima fue un ciclista de 38 años que se encontraba en la ciudad para participar de una reconocida competencia deportiva. Tras varios días de internación con síntomas compatibles con la enfermedad, finalmente se confirmó su muerte. Las autoridades sanitarias neuquinas aislaron a 10 personas que mantuvieron contacto estrecho con él en los días previos a su fallecimiento. Se presume que el contagio se produjo en un entorno natural.

La reiteración de casos en puntos cercanos y en poco tiempo ha generado preocupación en toda la zona cordillerana, especialmente en localidades con entornos boscosos, donde se estima que el virus es transmitido a través de roedores silvestres, principalmente el Oligoryzomys longicaudatus, conocido como colilargo.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, que se transmite principalmente por inhalación de partículas en lugares donde hay presencia de excrementos, orina o saliva de roedores infectados. En la región patagónica argentina, la cepa puede transmitirse también de persona a persona, lo que exige una vigilancia epidemiológica reforzada.
Las autoridades sanitarias de Chubut y de la región cordillerana se encuentran en alerta y recomiendan a la población extremar los cuidados, especialmente en áreas rurales y de montaña, donde habita el roedor vector. También se pide mantener los ambientes ventilados, limpiar con desinfectante y evitar el contacto con lugares donde puedan haberse refugiado los roedores.