Me tomo un minuto, como todos los días, soy muy breve.Es un día distinto, particular, con la festividad cristiana fuerte y que nos viene muy bien para aflojar un poquito las cabezas en esta Argentina demente que tenemos, porque si cerramos los ojos y nos retrotraemos un poquito al jueves pasado, una semana atrás, jueves, viernes, parecía para algunos que el país se caía.
Los mercados, la inestabilidad se cae de acuerdo con el Fondo Monetario porque pedimos plata, como si Argentina alguna vez, si no depende de dinero o de misión, pudiera salir y levantar la cabeza y estar firme, cosa imposible en un país que siempre hizo las cuentas sobre gastando lo que no tiene.
Y terminamos la semana, ésta extraña en un país de locos hablando de un dólar que sigue en baja, con bancos que suben a plazo fijo.Mil ciento sesenta,El oficial, cuando muchos presumían que iba a estar por arriba de los mil cuatrocientos de la banda en la tercera jornada, sin cepo el blue que se desplomó y hoy casi ni hablamos porque no, no, no conviene.
Para aquel que tiene la posibilidad de cambiar un centavo lo cambia a través de lo que es el régimen oficial o a través de lo que es el régimen.
Meb, qué país de locos no pasamos de las depresiones impresionantes a las euforias desmedidas?
Me parece que tenemos que encontrar un punto de equilibrio porque estamos acostumbrados a vivir en un país enfermo en materia económica.
Pero jugamos siempre con los extremos de los diagnósticos, porque ni la semana pasada era el drama total ni esta semana es el paraíso total.
Me parece que tenemos que encontrar algún punto para ver si alguna vez hacemos algo distinto y no quedamos siempre la tentación de repetir lo mismo en una Argentina que con cada fracaso económico y con tanta inestabilidad, salvo el tiempo de la convertibilidad o un ratito mínimo con Néstor Kilcher.
Después siempre fuimos a los poncha sos y a las patadas.
En materia económica, lo que fuimos gestando son índices de pobreza, índices de indigencia y gente que la pasa cada vez peor.
Algunos naturalizan la inflación como un buen hecho y es una cosa que ya no existe, como les digo en el mundo, pero dentro de lo que veo como argumento, tal vez de cambio en las últimas horas, es la resistencia que hay no solamente de una parte de nosotros que somos los consumidores, sino también de aquellos que pueden ser responsables de aumentos o no de precios.
Ayer los alimentos llegaban con nuevos listados, algunas cadenas de supermercados superando los doce puntos de aumento.
Qué hicieron estas cadenas?Lo rechazaron, tal vez por un cambio de metodología o de mentalidad, o por el hecho que digan Che, si vienen con esto, yo lo tengo que trasladar directamente a la góndola y trasladárselo al bolsillo de la gente y la gente, entre otras cosas.
Lo que menos consume hoy o donde se priva o donde cambió hábitos o donde cambiaron costumbres es en el tema de los alimentos.Entonces me parece que es una conducta que la tenemos que ver en otras partes del mundo y adoptarla acá, porque en definitiva, nosotros somos los que definimos y los que decidimos un montón de cosas.Nosotros con nuestro voto decidimos si un gobierno se ratifica o cambia el rumbo de un país eligiendo otro.Nosotros en el supermercado, en el autoservicio, en el almacén de barrio, decidimos también y somos protagonistas claves.En un país donde hay tanto, tanto alimento, nos volvemos locos con tradiciones de otros tiempos, como de nuestros abuelos.Bueno, yo decía mi abuela cincuenta años, consumí esta marca.
Por qué la voy a cambiar y porque a veces hay que cambiarla o porque a veces hay mucha especulación.O porque a veces hay en la Argentina un país tan golpeado y enfermo económicamente costumbres que hay que enterrarlas directamente.Esto che, mirá, si gana mi ley, el dólar va a valer dos mil.Entonces marquemos precios a dos mil. Saben cuánto retrocedieron los precios de los que fijaron?Dos mil?Ninguno.
Esta semana algunos lugares corral de material de construcción hablaban de un treinta por ciento arriba.Saben, para la persona que está construyendo su casa o haciendo una modificación, lo que le cuesta mentalmente, no solamente con el bolsillo de si che, la obra ahora me va a costar treinta por ciento más, sino una devaluación del treinta.De qué devaluación están hablando, si hacemos el uno, el dos, el tres de los días del cepo no estamos ni en el doce ni por casualidad.Estamos en un cuatro.Entonces déjense de jorobar y dejen de complicar la vida a la gente, porque nos quejamos de los ministros de Economía.Con razón nos quejamos de un montón de políticos.Con razón cambiamos a un montón de políticos que dejamos fuera de circulación con razón, pero hagamos también nuestra parte para protegernos, para cuidarnos y para tener una cultura donde el consumidor tenga también la fuerza de tomar decisiones en momentos que no son estacionales.No podemos permitir que una fruta o una verdura nos suba veinticinco como si nada.Tenemos una variable Tenemos frutas, verduras, alimento, todo en la Argentina, una competitividad brutal.
No dependemos solamente de una o dos marcas.Puede haber mucho monopolio, es verdad, pero también esos monopolios marcan diferencia con primera, segunda, tercera y además, las crisis, el covid y todo nos llevaron a tener una una cabeza diferente.Para terminar, me tomo un minuto porque en esta Argentina que naturaliza todo me parece que estamos ante un hecho muy fuerte.Después veremos los tiempos y tenemos una Corte Suprema que quiere cambiar la Argentina y no dormir los expedientes años, años y años en un país donde ya todo duerme porque un período de juzgamiento por corrupción dura catorce como mínimo.Hay que tener larga vida en la Argentina para ver si un corrupto cae o no cae, o si un corrupto no es corrupto y es honesto y qué larga tiene que ser la vida para esa persona sospechada.Porque che catorce años para determinar si soy un chorro o soy un tipo honesto, no, qué difícil.
Veremos cómo es el formato que nos va a plantear la Corte Suprema, porque esto no es habitual, pero le ha pedido al procurador que opine sobre la condena de la presidenta Cristina Fernández.Hoy está condenada por corrupción a seis años por una causa.Después tiene hotel sur, el otro hotel, los cuadernos de la coima.Tiene una fila importante, no, pero por una está condenada a seis y el último fiscal que intervino pide doce porque la ve como la líder de una asociación ilícita.La corte se lo envía al procurador.El procurador opina y la corte tiene el mandato final para decidir.Pero estamos decidiendo solamente si la ex presidenta, que ya es vergonzoso, de lo que estamos hablando, va a ir presa o no.Estamos hablando de la posibilidad de inhabilitar la en forma permanente y perpetua para ejercer cargos públicos o que la elijan en octubre otra vez y que se bañe con los fueros que tiene la monarquía política de Argentina.Y con eso y mirá, estoy condenada.Soy corrupta, pero estoy con los fueros y puedo ir a la Cámara de Diputados de la Nación como absolutamente nada.
Qué hará la Corte Suprema?Qué rol tomará la Corte Suprema?Porque no estamos hablando solamente de la cuestión presa, no presa morbo por estar presa, morbo porque no esté presa.Estamos hablando de la posibilidad que tiene la herramienta y el instrumento para habilitar o inhabilitar a una persona a ejercer un cargo político de por vida.Está en poder de la corte.El procurador determinará si son seis.Si son doce, veremos cómo es el camino, pero la Corte Suprema juega un rol determinante la prestigiosa Corte Suprema de la Nación tiene que tomar una determinación y lo más adecuado.sería que fuera antes del período electoral porque vuelvo a repetir.No solamente se está jugando a Cristina Fernández para saber si es honesta o corrupta, si va presa o no va presa, sino fundamentalmente si puede o no puede ejercer cargos públicos.
Alguien puso una cláusula para mí extraordinaria.Y es que todos los políticos condenados y con sentencia firme no ejerzan más cargos públicos en la Argentina.Veremos qué sucede y veremos si tenemos una corte como las de toda la vida, con tiempos muy largos, con repos, con oportunismo político.En los años electorales no jugamos una cosa increíble, eh?Porque acá las cosas están claras y salvo el club de los fanáticos y de aquellos que piensan poco y de los alcahuete circunstanciales, hablar de proscripción y ese tipo de cosas, son mentiras.