Tras permanecer 32 años en cautiverio, la elefanta africana Pupy emprendió un viaje desde el Ecoparque de Buenos Aires hasta el Santuario de Elefantes de Brasil. Este traslado marca un hito en el proceso de transformación del antiguo zoológico en un espacio enfocado en la conservación y bienestar animal. Pupy, de aproximadamente 35 años, recorrió más de 2,700 kilómetros para alcanzar su nuevo hogar ubicado en el estado de Mato Grosso.
Fundado por la organización Global Sanctuary for Elephants, el santuario brasileño representa una iniciativa sin precedentes en América Latina. Actualmente, alberga a cinco elefantas asiáticas rescatadas de diversas situaciones de cautiverio. El espacio fue concebido con infraestructura y recursos destinados exclusivamente a la rehabilitación y atención de elefantes en situación de vulnerabilidad.
El operativo de traslado comenzó el 14 de abril de 2025. Personal especializado acompañó a la elefanta durante el trayecto, transportándola en una caja metálica diseñada específicamente para su comodidad. Además, el vehículo fue acondicionado con agua, heno y frutas para mantener la alimentación e hidratación durante el viaje. Se establecieron paradas programadas para asegurar el monitoreo y cuidado constante del animal.
Autoridades del Ecoparque de Buenos Aires coordinaron este proceso con el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil. Senasa supervisó la cuarentena, aplicó pruebas diagnósticas y emitió el Certificado Veterinario Internacional requerido para autorizar el ingreso de Pupy al territorio brasileño.
Igualmente, el Santuario de Elefantes de Brasil fue concebido bajo estándares internacionales de manejo ético de fauna silvestre. Su diseño permite recrear condiciones similares al hábitat natural de estos animales, dentro de un entorno seguro y controlado. A pesar de que Pupy no compartirá espacio con las otras elefantas residentes debido a la diferencia de especie, se espera que en el futuro se le una Kenia, otra elefanta africana actualmente en Mendoza.
Desde su reconversión en 2016, el Ecoparque ha trasladado a más de 1,000 animales a santuarios y reservas alrededor del mundo. El caso de Pupy se inscribe dentro de esta política de restitución progresiva hacia ambientes más adecuados para especies que vivieron durante años en espacios de exhibición.
Para concluir, el santuario no solo constituye un refugio físico para los elefantes, también funciona como modelo de gestión en términos de rehabilitación animal en el continente. Este espacio se consolida como un referente regional, destacando el papel de las organizaciones no gubernamentales y entidades estatales en la protección y recuperación de grandes mamíferos.