En la frontera Sur de México, el cruce vehicular del Puente Talismán, ubicado entre Chiapas y El Carmen, facilita el cruce irregular de personas y mercancías.
Sin controles migratorios, ni aduanas, ni muros de seguridad, las personas ingresan de manera ilegal.
Cruce irregular en el río Suchiate sin vigilancia
En la ribera del Río Suchiate, los equipos de Unotv.com documentaron con cámaras escondidas cómo se realiza el paso irregular entre ambos países.
Desde el lado mexicano, únicamente dos oficiales resguardan la entrada legal, y limitan su vigilancia al área del puente, sin supervisar lo que sucede en la zona baja del afluente.
Uno de los agentes detectó la grabación y advirtió que filmar dentro del área aduanal podría cobrar una multa de hasta 16 mil pesos. Mientras tanto, bajo el puente, las personas cruzan libremente sin que se soliciten documentos migratorios o se realizarán revisiones.

Balseros y transporte de mercancías por el Río Suchiate
En el margen guatemalteco, los balseros utilizan llantas y cuerdas para transportar personas y carga. El flujo es constante. Se intercambian pesos mexicanos por quetzales. Antonio, un maletero del lado guatemalteco, relató que cruza mercancía todos los días como parte de su trabajo informal.
El costo del cruce varía según la carga. Una vez del lado mexicano, quienes ingresan deben caminar entre piedras y subir una rampa hasta llegar a una zona donde se cobra una tarifa para continuar.
“Voy a cruzar una carga que son uso para una casa de hogar, para el otro lado, estoy aquí abajo del puente, llevo una carga para cruzar al otro lado, todos los días, aquí es mi trabajo de maletero”.
Antonio, maletero
Investigador detallado presencia de grupos
Héctor Javier Sánchez Pérez, investigador del Colegio de la Frontera Sur, explicó que en esta zona podrían operar grupos delictivos.
“Tenemos una frontera muy porosa con Guatemala. Hay puntos importantes de intercambio de comercio, que son supervisados, que están registrados, incluso se pagan impuestos por entrar y salir de un lado a otro”.
Héctor Javier Sánchez Pérez, investigador del Colegio de la Frontera Sur
Además, detalló que la frontera con Guatemala se extiende por más de 600 kilómetros, de los cuales gran parte no está bajo supervisión formal.
Entre las principales actividades registradas en estos pasos se encuentran el tráfico de personas, armas, gasolina, ganado, sin presencia visible de autoridades que regulan el tránsito.
Una frontera con tránsito no supervisado
El límite territorial está marcado por letreros, pero sin infraestructura o vigilancia que delimita la autoridad entre ambos países.
Los nombres de México y Guatemala en las estructuras del puente Talismán sólo evidencian el cruce formal, mientras que el cruce irregular sigue activo a cualquier hora del día.