Todo le viene saliendo mal a Almirante Brown. En la fecha pasada le empataron un partido que tenía ganado. Y este sábado perdió 1 a 0 ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy en un encuentro que se encaminaba inevitablemente a un empate sin goles.
Tal como lo mostró ante Gimnasia y Esgrima de Mendoza en la jornada anterior, el equipo de Guillermo Szeszurak no escatimó esfuerzo. Pero volvió a exhibir la misma falta de juego que viene teniendo desde que inició el torneo.
No puede decirse que el Mirasol la pasó mal en Jujuy. Al contrario, salvo por una buena jugada en el final del primer tiempo que terminó con un taco de Alejandro Quintana que devolvió el palo, el Lobo jujeño no lo complicó demasiado.
Con el dominio alternado y las opciones de gol repartidas, la sensación era que el encuentro iba a desembocar en una segura igualdad o que iba a definirse por alguna jugada aislada.
Y esa jugada aislada cayó del lado del conjunto local. A los 23 minutos del segundo tiempo, Quintana anticipó a Joaquín Borja en una salida y ese quite derivó en un centro que el experimentado Cristian Menéndez, de cabeza, aprovechó para poner el 1-0.
Antes y después de ese gol, todo fue muy parejo. Pero está claro que a Almirante todo le cuesta el doble. No tiene fútbol para revertir situaciones adversas. Y, por eso, hasta termina perdiendo partidos que no merece perder, como el de la noche de este sábado en la Tacita de Plata.
En la próxima fecha, el conjunto del Búfalo Szeszurak intentará rehabilitarse cuando reciba a Agropecuario el domingo 27 a las 15.
