No todo el mundo es un amante de las catenarias. Hay quien considera que esos cables aéreos que aportan la electricidad necesaria para mover los tranvías afean las calles por las que pasan. Como si así pudiese convencer de las bondades del tranvía a los inconvencibles, el Ayuntamiento de Barcelona apostó por la solución de la catenaria soterrada en el nuevo tramo central de la Diagonal, eliminando el cableado aéreo en el nuevo tramo desde la plaza de las Glòries hasta Verdaguer.
En ese tramo de 1,8 kilómetros, los tranvías se alimentan a través de una instalación eléctrica en el suelo, un tercer carril de puntitos dorados situado justo entre los dos carriles. Es lo que se conoce como sistema de alimentación dinámica por suelo (APS). Desarrollado por Alstom, fue estrenado en Burdeos en el 2003 y desde entonces se ha ido replicando en otras ciudades de medio mundo, desde Sydney hasta Río de Janeiro pasando por Estambul, siempre aplicado en infraestructuras y tranvías de nueva creación.
Barcelona ha sido la primera ciudad del mundo en adaptar tranvías existentes a la energía con tercer carril
“El de Barcelona ha sido la primera vez a nivel mundial que se han adaptado al nuevo sistema unas unidades que llevan 20 años funcionando”, explica Oscar Montosa, director de mantenimiento de material rodante en Alstom, que lo define como “todo un reto superado con la máxima fiabilidad”. Los resultados que está dando en Barcelona la última versión de esta tecnología han superado las expectativas tanto del fabricante como de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM), cuyo director general, Manuel Valdés, también muestra su satisfacción. La mejor muestra de ello es que el cambio es imperceptible para el viajero entre el tramo con la catenaria de toda la vida y el de la novedosa catenaria soterrada, que se extenderá algún día también en la conexión pendiente desde Verdaguer hasta la plaza Francesc Macià.

Activación del sistema de alimentación por suelo desde la cabina de conducción
Mané Espinosa
Al proceso de construcción de la nueva infraestructura por la Diagonal ya adaptada a la tecnología se le ha sumado el proceso de adaptación de los 18 tranvías del Trambesòs. Ha sido necesario instalar una batería en el techo de cada unidad, unos captadores de corriente en la parte inferior y un sistema de control tanto desde la cabina como en remoto.
Cuando el tranvía llega a la estación de Glòries, mientras los pasajeros suben y bajan, el conductor aprieta un par de botones y el clásico pantógrafo con el que hace recorrido por el resto de la línea del Trambesòs se recoge a la vez que esos patines instalados bajo el vagón central del tranvía se despliegan y empiezan a captar energía del suelo.

Captador de energía en la parte inferior del vagón central del tranvía
Mané Espinosa
Un cepillo de limpieza en el primer vagón lo precede para retirar cualquier elemento que se pueda interponer en el camino (como podría ser una lata de refresco), y más de 180 cajas eléctricas instaladas a lo largo de los 1,8 kilómetros de trayecto le van aportando la energía.
“El sistema de alimentación eléctrica del tercer carril solo se activa bajo la zona central del tranvía cuando pasa por encima, es algo completamente seguro con suficientes zonas aisladas y de seguridad para los peatones que cruzan por delante o por detrás”, remarca Montosa, consciente de que este es uno de los miedos que se le expresan cuando explica como funciona. La electricidad se activa lejos de los extremos, de manera que si un usuario pisa el tercer carril justo después del paso del tranvía no hay ningún tipo de contacto eléctrico en esa zona.

Un peatón pasa por encima del tercer carril junto a la estación de Verdaguer
Llibert Teixidó
Cada una de esas secciones electrificadas es un punto rojo en una pantalla del software de supervisión en tiempo real desarrollado también por Alstom. Desde el centro de control del tranvía están monitorizadas todas ellas y en caso de incidencia en alguna, su reparación no altera el servicio, ya que el tranvía puede avanzar hasta los dos siguientes gracias a la batería que lleva encima.
Ansiosa espera de las tres nuevas unidades
El Trambesòs incorporará en las próximas semanas tres nuevos tranvías que refuerzan el servicio tras la prolongación de Glòries hasta Verdaguer. La primera de las unidades llegó a principios de año a las cocheras de Sant Adrià de Besòs y está ultimando las pruebas en horario nocturno.
Los otros dos tranvías salidos de la planta de Santa Perpètua, con una apariencia más moderna y espaciosa, se espera que lleguen de manera inminente. Su entrada en servicio es fundamental para los responsables del Trambesòs, que tienen los 18 trenes en circulación cada día desde la prolongación para poder cumplir con los horarios.