El mundo del fútbol argentino despidió este lunes a una de sus figuras más emblemáticas: Hugo Orlando Gatti falleció a los 80 años luego de permanecer más de dos meses internado en terapia intensiva en el Hospital Pirovano, debido a un cuadro de neumonía acompañado por insuficiencia cardíaca y renal. Su estado se tornó irreversible, lo que llevó a su familia a tomar la dolorosa decisión de retirarle el soporte respiratorio.
Gatti, nacido en Carlos Tejedor el 19 de agosto de 1944, fue un arquero revolucionario que transformó el puesto con su estilo audaz y su actitud de juego fuera del área, comportándose muchas veces como un líbero. Su carrera profesional comenzó en Atlanta en 1962, y continuó por equipos como River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata y Unión de Santa Fe. Sin embargo, fue en Boca Juniors donde alcanzó la cúspide de su carrera y se consagró como una verdadera leyenda.
Con la camiseta del Xeneize disputó 417 partidos y fue protagonista en la obtención de títulos inolvidables como los torneos Metropolitanos de 1976 y 1981, el Nacional de 1976, las Copas Libertadores de 1977 y 1978 y la Copa Intercontinental de 1977. Su momento más recordado fue en la final de la Libertadores del ’77, cuando atajó el último penal ante Cruzeiro, asegurando el trofeo para Boca.
El «Loco», como era apodado por su temperamento y estilo provocador, dejó su sello personal con una jugada que él mismo bautizó como “la de Dios”, una acción arriesgada que consistía en achicar al rival de rodillas, con el pecho y brazos abiertos. Su forma de atajar rompió moldes en los años sesenta y setenta y anticipó lo que décadas después se vería con normalidad en los arqueros modernos.
Se retiró en 1988 a los 44 años con un récord aún vigente: el de mayor cantidad de partidos jugados en la máxima categoría del fútbol argentino, con 765 presencias. Además, comparte con Ubaldo Fillol el logro de haber contenido la mayor cantidad de penales en Primera División, con 26.
En el plano internacional, representó a la Selección argentina en 18 partidos. Fue parte del plantel que disputó el Mundial de Inglaterra en 1966 —aunque no jugó— y también estuvo convocado para la Copa América de 1975.
Hugo Gatti se fue dejando un legado imborrable en la historia del fútbol argentino, no solo por sus hazañas bajo los tres palos, sino también por su carácter rebelde, su estilo inconfundible y su profunda huella en el corazón de los hinchas.