«No vine a despedir a un rival, vine a despedir a un amigo«. Parafraseando a Balbín en el funeral de Juan Domingo Perón («este viejo adversario despide a un amigo»), el Pato Ubaldo Matildo Fillol despidió al Loco Hugo Orlando Gatti en el último adiós que le dio el mundo del fútbol en la Legislatura Porteña.
Ayer, cuando se conoció la muerte del Loco, Daniel Lagares contaba en Clarín que Gatti vs Fillol fue la primera grieta del fútbol argentino. El Loco con su locura (valga la redundancia), sus outfits histriónicos y su showtime desde el arco de Boca. El Pato, mucho más sobrio, casi siempre con sus buzos verdes y pantalones oscuros, un atajador tremendo que pocas veces se salía de su protocolo. «¿Rivalidad? Rivalidad, en la cancha, él era de Boca, yo era de River. Pero, en esa época, que para mí va a ser irrepetible. Recién estuve con el hermano de Nacha, la esposa de Hugo. Le contaba que salíamos con mi esposa, los cuatro, a comer a disfrutar. Hoy, más que al deportista vine a despedir a un amigo».
Por estos días, con la muerte de Gatti, se reinstala la discusión, incluso dejando afuera al fenómeno de Amadeo Carrizo: ¿quién fue el mejor arquero de la historia del fútbol argentino: Gatti o Fillol?
«Gatti era un arquero extraordinario«, define el Pato en la puerta de la Legislatura. «No puedo definirlo, todos lo vieron. era un arquero que se divertía, para mí fue un arquero extraordinario, respetado y tenía su forma de ser, hacía divertir a la gente».
«NO VINE A DESPEDIR A UN RIVAL, VINE A DESPEDIR A UN AMIGO»
Las palabras de Ubaldo Matildo Fillol en el último adiós al Loco Gatti: «Era un arquero extraordinario», aseguró. pic.twitter.com/RUs0tdYHJR
— TyC Sports (@TyCSports) April 21, 2025
Gatti, igual que Fillol, era del interior de la provincia de Buenos Aires: uno de Carlos Tejedor y el otro de San Miguel del Monte: «En esa época de los Amadeo Carrizo, los Gatti, Los Agustín Mario Cejas, los Fillol… no teníamos entrenador de arquero. Todo lo que teníamos lo traíamos de nuestro pueblo. Y Hugo jugaba así en su pueblo y jugó así en Boca y en la Selección», definió el Pato.
En lo que respecta a partidos oficiales en el fútbol argentino, Gatti comparte el récord de penales atajados con Fillol: ambos detuvieron 26.
Como para alimentar un poco más la rivalidad, el Loco se encaminaba para ser el arquero de Argentina en el Mundial de 1978. Se había ganado el lugar cuando lo catalogaron como el “Oso de Kiev” en aquel mítico amistoso bajo la nieve ante la URSS que se ganó 1-0 con gol de Kempes en el 76. Fue titular en la serie internacional del año siguiente que se disputó en la Bombonera hasta el 1-3 con Alemania Occidental. Gatti estaba lesionado de una rodilla y debió operarse, lo que lo dejó afuera de la Copa del Mundo Fillol fue el relevo en el equipo de Menotti y se quedaría con el puesto hasta levantar .
A pesar de la rivalidad, este martes, el Pato Fillol despidió al Loco Hurgo Orlando Gatti como un verdadero grande.
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