El gas es imperceptible y puede ser letal. Con la llegada del frío, autoridades recomiendan ventilar los ambientes, revisar calefactores y prestar atención a los primeros síntomas.
Con la llegada de las bajas temperaturas, las intoxicaciones por monóxido de carbono vuelven a ser una amenaza silenciosa en los hogares. El gas es tóxico, no tiene olor, color ni sabor, y puede causar la muerte si no se detecta a tiempo.
Para prevenir accidentes, desde el área de Salud difundieron una serie de recomendaciones clave:
– Ventilar diariamente la vivienda. Dejar siempre una ventana o puerta entreabierta, incluso por la noche.
– Revisar los calefactores cada año antes de usarlos, con un gasista matriculado.
– Verificar el tiraje y las rejillas de ventilación. Asegurarse de que no estén obstruidos.
– No usar hornallas ni braseros para calefaccionar. Si se los usa de forma excepcional, apagarlos antes de dormir.
– Controlar el color de la llama. Siempre debe ser azul. Una llama anaranjada indica mal funcionamiento.
– Apagar brasas y fuegos antes de dormir, tanto dentro como fuera de la vivienda.
En caso de presentar síntomas como mareos, náuseas, dolor de cabeza o desmayos, se recomienda salir del ambiente contaminado, abrir puertas y ventanas, cerrar las llaves de gas y llamar al servicio de emergencias al 107.