Los huevos son un alimento básico en cualquier cocina, valorados por su versatilidad y su alto contenido nutricional. Al momento de comprarlos en el supermercado debemos tener sumo cuidado, ya sea por su calidad, frescura y seguridad, más allá de su precio y envase.
Para elegir correctamente, es importante conocer las categorías de huevos, como también algunos detalles clave que pueden marcar la diferencia entre un producto fresco y uno que conviene evitar.

Qué huevos deberías evitar comprar en el supermercado
Dependiendo de su aspecto y lugar en las estanterías es cómo va a ser la calidad del huevo. Por eso hay que tener en cuenta los siguientes consejos que compartió el medio Europapress:
- Huevos con cáscara rota o sucia: Si un huevo tiene grietas, aumenta el riesgo de contaminación bacteriana. También es preferible evitar aquellos con restos de suciedad visibles, ya sea plumas o tierra.
- Fecha de consumo muy próxima: Cuanto más frescos sean, mejor. Es recomendable elegir huevos con una fecha de consumo lejana para garantizar su durabilidad y calidad.
- Huevos almacenados en condiciones dudosas: Si en el supermercado han sido expuestos a cambios bruscos de temperatura, su frescura podría haberse visto afectada. Esto puede favorecer a la condensación en la cáscara, con el riesgo de hongos y patógenos.
Clasificación de los huevos
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los huevos disponibles en los supermercados se dividen en diferentes categorías según su calidad y tamaño.
Por calidad:
- Categoría A: Son los únicos permitidos para la venta al consumidor. Deben tener la cáscara intacta y sin defectos.
- Categoría B: Presentan pequeñas imperfecciones y solo se utilizan en la industria alimentaria, por lo que no se comercializan en supermercados.

Por tamaño:
- XL: Más de 73 g.
- L: Entre 63 y 73 g.
- M: Entre 53 y 63 g.
- P: Menos de 53 g.
La calidad del huevo es indistinta dependiendo de su color, ya que lo más importante es su frescura. Por eso es aconsejable consumir los que incluyen la etiqueta “Extra” o “Extrafrescos”, lo que indica que los huevos han sido puestos en venta en los nueve días siguientes a su puesta.
En el caso de los huevos ecológicos o de campo, su calidad no depende de su método de cría sino de la frescura. Si bien la alimentación de las gallinas puede afectar ligeramente la composición de grasas y vitaminas del huevo, el factor más importante sigue siendo la fecha de puesta y conservación del producto.

Consejos para conservar y manipular los huevos correctamente
- Conservar los huevos en el frigorífico, alejados de olores fuertes que puedan afectar su sabor. Se aconseja colocarlos en un nivel intermedio o en el superior, para que no se hielen demasiado y no haya riesgo de que les caiga agua o escarcha.
- No lavarlos antes de guardarlos, ya que esto elimina la cutícula protectora de la cáscara. Si están sucios, limpiarlos justo antes de cocinarlos.
- Cuidado al momento de romperlos: No se deben golpear contra el borde del recipiente donde se van a batir, ya que esto podría transferir bacterias del exterior al interior.
- Protegerlos de la humedad: Comprobar que el envase donde se guarden no genere condensación o humedad, ya que podrían desarrollar hongos.
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