La nave espacial Lucy, de la NASA y astrónomos del Instituto de Tecnología de Massachusetts anunciaron llamativos descubrimientos espaciales que involucran a un asteroide gigante con forma de maní y un planeta que se desintegra como un cometa.
«Luuucy, ¡explícamelo si puedes!», publicó la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio en una de sus cuentas de X luego que la misión que lleva ese nombre femenino captara imágenes del cuerpo celestial con llamativa forma.
En la misma publicación, el organismo reveló «las primeras imágenes del sobrevuelo del asteroide Donald Johanson» que muestran «una forma binaria de contacto alargada, con un cuello estrecho y peculiar entre los dos lóbulos».
La misión, informó también la NASA, analizará más datos durante las próximas semanas.
— NASA Solar System (@NASASolarSystem) April 21, 2025
Los primeros datos sobre el llamativo asteroide indicaron que es más grande de lo que los científicos anticipaban. Tiene cerca de 8 kilómetros de largo y 3,5 de ancho en su punto más amplio.
Es tan largo que la nave espacial no pudo capturarlo en su totalidad en las primeras imágenes descargadas.
De acuerdo con la cadena Deutsche Welle, el descubrimiento se da un día después del acercamiento al mismo y se consideró un ensayo general para los encuentros con asteroides más críticos que vendrán más adelante cerca de Júpiter.
Lucy pasó a menos de mil kilómetros del inofensivo asteroide el domingo en el cinturón principal de asteroides entre Marte y Júpiter.
La nave espacial fue lanzada en 2021 para estudiar los inexplorados asteroides llamados Troyanos cerca de Júpiter. Se planean ocho sobrevuelos de este tipo de cuerpos hasta 2033.
El curioso planeta «BD+05 4868 Ab» que captó la atención de los expertos
Un equipo de astrónomos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) descubrió un pequeño planeta de lava, a unos 140 años luz de la Tierra, que se está desintegrando rápidamente produciendo una enorme cola de 9 millones de kilómetros, similar a la de un cometa.
A medida que el planeta, al que los científicos llamaron BD+05 4868 Ab, gira alrededor de su estrella (cada 30,5 horas), desprende una gran cantidad de minerales de su superficie que se van evaporando y crea la tremenda cola, según describió un artículo de la revista The Astrophysical Journal Letters.
«La extensión de la cola es gigantesca, sus 9 millones de kilómetros de largo suponen la mitad de la órbita del planeta», explicó uno de los autores, Marc Hon, investigador del Instituto Kavli de Astrofísica e Investigación Espacial de MIT y reprodujo la agencia EFE.
Dada la proximidad a su estrella, los investigadores estiman que la temperatura del planeta es de unos 1.600 grados Celsius, y que mientras se calienta de forma extrema los minerales de su superficie se evaporan y escapan al espacio, donde se enfrían formando la larga cola polvorienta.
El planeta «se está desintegrando a un ritmo espectacular, desprendiendo una cantidad de material equivalente a la masa de un monte Everest cada vez que orbita alrededor de su estrella». A ese ritmo y dada su pequeña masa, que se sitúa entre la de Mercurio y la de la Luna, los investigadores pronosticaron que podría desaparecer por completo dentro de uno o dos millones de años.
Los astrónomos detectaron el planeta gracias al satélite TESS de la NASA, una misión dirigida por investigadores de MIT que vigila las estrellas más cercanas a la Tierra en busca de tránsitos o caídas periódicas de luz estelar que podrían ser indicios de exoplanetas en órbita.
El nuevo planeta fue detectado casi por casualidad. «Estábamos haciendo la típica investigación de planetas, y por casualidad detecté esta señal que parecía muy inusual», apuntó Hon en un comunicado de MIT.
ES