
Óscar Córdoba es considerado de los mejores porteros en la historia del fútbol colombiano, con una carrera en la que pasó por varios equipos de Colombia, Argentina, Italia y Turquía, pero en ninguno ganó tanta fama y reconocimiento como en Boca Juniors, con el que salió campeón de Copa Libertadores y Copa Intercontinental.
Más allá de sus logros deportivos, Córdoba confesó en qué momento empezó a beber alcohol, un hecho poco conocido de su vida por parte de los aficionados, en especial por una persona que nunca fue polémica a lo largo de su trayectoria en clubes y con la selección Colombia.
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De otro lado, el exportero recordó a Andrés Escobar, que fue su compañero durante el Mundial de Estados Unidos 1994 y que fueron protagonistas del autogol ante los anfitriones en la derrota 2-1, que le costó la vida al defensor central el 2 de julio de ese año, apenas unos días después de ese encuentro.
Durante una charla con el programa Sportcast, de la plataforma Ditu, el exportero reveló cómo fue que comenzó su consumo de alcohol, que se dio desde muy joven: “El mejor trago de mi vida fue la cerveza porque es la que hace amigos. Recuerdo que yo salía del colegio a tomarme una cerveza, era ahí donde se cultivaba la amistad, nunca fue ni el aguardiente”.
Córdoba afirmó que no se debe juzgar a los deportistas por beber: “Somos seres humanos, a veces uno necesita destapar la válvula de escape y lamentablemente te encuentras que ese tipo de bebidas te resetea para volver a empezar. Uno de arquero siente mucha presión”.

“Aquí el futbolista tiene que estar encerrado, tienes que estar concentrado, pero allá al otro lado agarras tu auto, vas al estadio juegas y ya, como un trabajo normal”, añadió el dos veces campeón de la Copa Libertadores con Boca en 2000 y 2001.
El exarquero incluso mencionó que, durante su estadía en Europa, compartió uno que otro trago con Faryd Mondragón: “Me mantenía hasta el viernes, salíamos al restaurante, me reunía con jugadores del clásico rival y normal; esto, cuando yo jugaba en Turquía”.

“El Óscar de hoy es de mente más abierta, piensa distinto, aprende de muchas cosas, ya me liberé de una profesión para ampliar mi espectro. El mejor elogio es cuando a uno le dicen maestro”, terminó de decir el ahora comentarista en Espn.
De otro lado, Óscar Córdoba no tiene los mejores recuerdos del Mundial Estados Unidos 1994, empezando porque llegó con un nivel muy bajo: “Puedes llegar bien, pero en Estados Unidos fue difícil, porque en los partidos ‘casqueteamos’ el rancho, pero no pudimos anotar, nos pegó en los palos y todo, pero ellos remataron y anotaron a la primera”.
Además, el exportero sigue lamentando el asesinato de Andrés Escobar, en especial por ese autogol ante los norteamericanos: “Si yo pudiera cambiar un día, sería aquel 22 de junio de 1994 y no haberme jugado tan rápido, porque yo veo es el delantero y no veo a Andrés, si yo no me juego tan rápido, alcanzó a atajar la pelota por el desvío”.
“El trago más amargo de mi vida es Estados Unidos porque perdí un amigo y un gran ser humano. Andrés Escobar era un gran amigo. Con él tengo dos experiencias. Una, que en un campeonato nacional, un penalti jugando para Antioquia contra Valle, y yo estaba tapando; la otra vivencia, fue una vez en Arabia Saudita nos compramos relojes, cada cual en su poder económico. Y Andrés y Leonel compraron unos un poco más caros que el de los demás. Ya en la noche, en el hotel, Andrés llegaba todo asustado a veces a decirme: ‘sí o no que el reloj está muy bonito’, y yo le decía que se fuera a dormir”, dijo.