Por [Galo, Maíl]
La medicina no siempre trata solo de sanar lo que se ve. A veces, transforma profundamente lo que se siente. El Dr. Eduardo Angheben (MN 99.458) lo sabe bien: con más de dos décadas de experiencia en cirugía plástica y reconstructiva, se convirtió en uno de los principales referentes en masculinización de tórax en Argentina, un procedimiento fundamental para muchas personas trans en su camino hacia una vida plena y coherente con su identidad.
Especialista en cirugía mamaria, cirugía transgénero y microcirugía reconstructiva, el Dr. Angheben dirige hoy el Capítulo de Cirugía Transgénero de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica. Desde su consultorio, cada encuentro con un paciente es un paso más en una historia de respeto, reconstrucción y libertad.
¿Qué lo llevó a especializarse en cirugías de reafirmación de género?
Desde mis inicios en la cirugía plástica he dedicado mi formación a la cirugía mamaria en general, tanto estética como reparadora. Desde hace 25 años mi foco estuvo siempre en la reconstrucción mamaria post cáncer, reconstrucción post Bariátrica (luego de la pérdida masiva de peso), malformaciones congénitas mamarias, asimetrías, hipomastias, gigantomastia, etc. Está amplia formación me dió las herramientas necesarias y me animó a sumar a la Masculinización de Tórax en mi práctica profesional cuando en el año 2010 recibí la primera consulta de un varón trans.
¿Qué desafíos ha enfrentado al trabajar en esta área?
Comencé a realizar cirugías de reafirmación de género apenas se promulgó la Ley de Identidad de Género (Ley 26.743) en 2012. Desde entonces he atravesado múltiples desafíos: juicios de valor, incluso de colegas; oposición de familiares; pacientes muy jóvenes con signos de autolesiones, polimedicados, con trastornos de personalidad o depresión. En aquel entonces, el acceso a la cirugía requería muchos pasos previos y varias interconsultas con psicólogos, psiquiatras, endocrinólogos…
Afortunadamente todo esto ha cambiado muchísimo en los últimos años Los pacientes llegan más seguros a la consulta, muchos de ellos acompañados de sus padres, parejas o amigos, confiados, tranquilos y abiertos a disfrutar de su decisión sabiendo que van a encontrar en nosotros un equipo sólido, profesional y responsable, que tiene la mayor experiencia del país en la materia.
¿Cómo ha cambiado su perspectiva sobre la medicina y el género con el tiempo?
Mi forma de ejercer la medicina evolucionó con la experiencia. Aprendí que estos procedimientos no solo modifican el cuerpo: afirman identidades, alivian sufrimientos profundos y permiten que muchas personas vivan con dignidad. La medicina debe acompañar, no juzgar. Mi trabajo hoy se basa en la escucha, el respeto y la empatía.
¿Cuál es el proceso típico para una masculinización de tórax?
Hemos desarrollado una estrategia que hace del proceso algo claro, humano y organizado, donde el paciente es protagonista desde el primer momento. Todo comienza con la primera consulta.
La historia clínica es el pilar fundamental para comenzar este proceso. Conocer al paciente, sus antecedentes, hábitos o enfermedades preexistentes, medicaciones previas, alergias, etc me da la estructura inicial que permite un buen planeamiento.
A través de una charla amena puedo explicarle al paciente todo lo relacionado al proceso: cómo se llega a la cirugía, pormenores del procedimiento, tipo sanatorio y de internación, anestesia, recuperación, dolor, movilidad, reanudar tareas habituales, vuelta al trabajo, etc.
Por todo esto una buena Historia Clínica es invaluable. Una vez que se coordina una fecha de cirugía entonces se solicitan los estudios prequirúrgicos pertinentes y volvemos a tener un encuentro en consultorio para chequear esos estudios, repasar los detalles, evacuar dudas e incluso conocer a familiares o acompañantes.
En algunos casos recurrimos a la necesidad de tener una consulta previa con nuestro equipo de anestesiólogos o con cualquier otro profesional que consideremos para tratar algunos temas particulares que lo requieran y así darle a cada paciente la atención multidisciplinaria que merece.
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¿Qué es lo que considera más importante para lograr resultados satisfactorios?
Sin dudas: escuchar y entender las expectativas del paciente. Ningún paciente es igual a otro, no hay dos cuerpos iguales, no hay dos pacientes con las mamas iguales, y cada paciente tiene su propia imagen corporal y su deseo de lo que busca. Muchos pacientes me refieren que les han pedido por ejemplo que bajen de peso para acceder a la cirugía. Yo opino totalmente lo contrario; estoy convencido que el paciente debe decidir eso y nosotros como cirujanos tenemos que tener las herramientas y conocimientos para ajustar nuestra técnica quirúrgica al cuerpo del paciente.
¿Cómo maneja las expectativas y emociones de sus pacientes antes y después de la cirugía?
Todos estos años he aprendido mucho de mis pacientes acerca de este punto… El paciente generalmente llega a la consulta con muchas preguntas, dudas, incertidumbres, miedos y mitos que vamos conversando, despejando y aclarando a lo largo de la consulta. Fui adaptando y moldeando mi interrogatorio, mis explicaciones y mi examen físico para poder abordar cada una de esas expectativas y emociones que trae el paciente, incluyendo sus familiares y acompañantes.
Es acá donde nuevamente rescato y resalto la importancia de desarrollar y conducir una buena Historia Clínica. Es algo muy gratificante saber que puedo satisfacer las expectativas de cada uno y al explicar cada paso de manera sencilla y clara me prepara al paciente para darle seguridad y relajar su ansiedad.
¿Alguna anécdota memorable que haya marcado su carrera?
Anécdotas tengo muchísimas; sin dudas todos los pacientes son diferentes y la gran mayoría de ellos dejan algún recuerdo o cierta impronta que se destaca y permite guardarla en la memoria. Eso nos alimenta y nos enseña para trabajar en la empatía, el trato humano y la calidad de nuestra prestación.
Muchísimos son los TESTIMONIOS de los pacientes que han vivido su experiencia quirúrgica con nosotros y comparten sus propias anécdotas. Nos escriben palabras de agradecimiento y felicidad; nos trasmiten alegrías, sensaciones, sus cambios e impactos en lo cotidiano, su clara emoción de libertad.
Hay una marcada diferencia en la consulta cuando un paciente ha escuchado testimonios reales de mis otros pacientes, contados por sus protagonistas y no relatados por mí… ese paciente llega mucho más seguro y tranquilo, listo para disfrutar del proceso. Trabajamos intensamente en ese concepto.
¿Qué consejos daría a alguien que está considerando este procedimiento?
Gracias por permitirme dar un consejo como cirujano y especialista en este tema, es un buen momento para dar mi punto de vista respecto a la toma de decisiones. Naturalmente el paciente tiene una idea clara y un objetivo preciso y definido… pero muchas veces se descuida investigar y evaluar los caminos que pueden llevarlos hacia ese objetivo.
Muchas veces el camino más corto es el que presenta mayores dificultades y eso impacta en los resultados definitivos. Estamos programando una intervención quirúrgica, una operación que cambiará la vida de nuestros pacientes, una cirugía irreversible y para toda la vida… y eso lo tenemos muy claro en nuestro Equipo y en nuestra manera de trabajar.
Por ende es necesario invertir tiempo en pos de seguridad y toma de decisiones. Mi primera y más importante sugerencia entonces es la INFORMACIÓN. Creo que si esa información la puedo transmitir yo mismo en la consulta entonces la estaré transformando en EDUCACIÓN para el paciente. Un paciente bien informado/educado es un paciente que cuenta con lo necesario para tomar una buena decisión.
¿Cómo ve el futuro de las cirugías de reafirmación de género en el sistema de salud?
Tengo el orgullo de conducir la formación de muchos cirujanos plásticos interesados en la Masculinización de tórax. El número de cirujanos que tienen perspectiva de género es creciente y eso es muy prometedor para que haya buenos especialistas en los Servicios de Cirugía Plástica de nuestros destacados y prestigiosos hospitales, tanto públicos como privados. Eso creo que puede allanar y acortar los pasos para que los pacientes puedan acceder al sistema de manera más rápida y especialmente más segura.
A modo de conclusión:
La cirugía de reafirmación de género y en este caso en particular la Masculinización de Tórax es un procedimiento quirúrgico que debe ser siempre realizado por un Equipo idóneo y en una institución que cuente con toda la tecnología e infraestructura necesarias.
El objetivo final será satisfacer las expectativas de cada paciente en particular en una sola intervención, atravesando una agradable experiencia, con una rápida recuperación y vuelta a las tareas y actividades de la vida cotidiana de manera pronta y segura. De esta manera trabajamos y nos actualizamos para que nuestro lema se cumpla.
Como digo siempre:
“No es solo una mastectomía… te cambia la vida.”
— Dr. Eduardo Angheben (MN 99.458)
- Especialista Universitario en Cirugía Plástica Reparadora y Estética.
- Especialista en Microcirugía Reconstructiva.
- Miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica.
- Miembro de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.
- Miembro de la American Society of Plastic Surgeons.
- Director del Capítulo de Cirugía Transgénero de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica.
- Autor y Coautor de publicaciones científicas en Revista Argentina de Cirugía Plástica, Asociación Argentina de Ortopedia y Traumatología y Revista Argentina de Cancerología.
- Especialista en Cirugía Mamaria, Reconstrucción Mamaria, Cirugía Postbariátrica, Cirugía Transgénero.
Donde podes encontrarlo:
Instagram: @dr.angheben — > www.instagram.com/dr.angheben
Sitio web:
Dirección: Av. Congreso 4303 Villa Urquiza – CABA (Esquina Av. Parque Roberto Goyeneche), Buenos Aires, Argentina 1430
