Una modelo de Nueva Zelanda recibió una fuerte acusación por parte del dueño de una casa, según su relato. Este propietario, de acuerdo con su explicación, aseveró que la mujer devaluó su residencia por unas fotos sacadas dentro de la vivienda. La historia captó la atención de los usuarios.
La joven creadora de contenido para adultos Layla Kelly reveló, de manera pública, que tiempo atrás se alojó en un hogar alquilado por una amiga mediante la plataforma Airbnb durante sus vacaciones.
«Una amiga me invitó a una propiedad ofrecida a través de Airbnb. Cuando estuvimos en esa casa, ambas hicimos unos divertidos videos para las redes sociales y fotos con ropa de lencería«, afirmó Layla, dueña de una cuenta en la página web OnlyFans, al portal de noticias News.com.au.
Un problema con la sesión de fotos
La modelo neozelandesa de 34 años de edad dijo que, después de haberse hospedado en el lugar, la sesión de fotos se volvió viral y el dueño de la vivienda terminó enterándose del asunto. Enseguida, según la joven, este hombre se puso en contacto con ella para exigirle que borrara las imágenes.
El propietario en cuestión creía, de acuerdo con el relato de Layla, que la producción fotográfica llevada a cabo por las huéspedes dañaba la reputación de su hogar por presuntamente quedar asociado con la industria del entretenimiento para adultos.

Frente a esta situación, la modelo tomó la determinación de eliminar las imágenes de la web. «Borré el contenido de forma inmediata porque yo no tenía intención de causar tanto alboroto«, declaró en conversación con el mismo medio.
«Un poco excesivo»
A pesar de haber cedido al pedido del hombre, Layla consideró que la reacción de él fue exagerada. A su vez, aclaró que decidió bloquear al propietario porque la hostigaba con reiterados mensajes en sus redes públicas.
«Respeto que el dueño no quiera que se haga una sesión así en su residencia, pero me parece que es un poco excesivo decir que esto devalúa su casa«, expresó ella. Incluso la joven, en contraposición al pensamiento del hombre, cree que su presencia en la vivienda podría haber contribuido a conseguir nuevos huéspedes.

«Algunos de mis seguidores reservarían ese Airbnb en el cual me alojé, solamente para poder presumir que se alojaron en el mismo sitio que yo. Así que, de esta manera, se crearían potencialmente nuevos ingresos económicos para el dueño del inmueble», manifestó.
Por otro lado, la neozelandesa admitió que su sesión de fotos podría haber violado las normas de la plataforma de alojamientos sobre el uso de una propiedad con fines comerciales. «Esta es una advertencia para todos los creadores de contenido para adultos. Lean los términos y condiciones de uso de una propiedad con fines comerciales», reflexionó.

Sin embargo, aunque asumió su responsabilidad en el asunto, Layla aseguró que la sesión de fotos no daba ningún indicio claro que permitiera a los clientes de la plataforma identificar la casa.