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lunes, abril 28, 2025

Diego Guelar: “La muerte del Papa es una infeliz coincidencia con la disputa del poder global entre poderosos”

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El ex embajador argentino en la Unión Europea, China, Brasil y Estados Unidos, Diego Guelar, cree que la muerte del Papa Francisco es una “infeliz coincidencia con la disputa del poder global entre poderosos” y la ausencia a partir de ahora de “la voz de los desafortunados” que había asumido el Santo Padre. Ve que el mundo está yendo a la derecha, acecha la extrema derecha, y está preocupado por el riesgo de que el presidente norteamericano Donald Trump concrete su intención de que “lo global esté al servicio de una potencia del mundo”. El ex diplomático sostiene que la política exterior argentina está “mal parada” al no fortalecer al Mercosur y negociar individualmente las políticas arancelarias con los EE.UU. Lo mismo, entiende, que podría suceder con la causa Malvinas.

Guelar estuvo esta semana en la ciudad disertando en el tradicional almuerzo de los miércoles del Rotary Club de Rosario ante una nutrida audiencia y participó de un conversatorio en la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano. Además, habló a solas con Rosario3.

Alan Monzón

–¿Qué lectura hace desde Argentina de los doce años de pontificado de Francisco? 

–Estaba muy involucrado en las pequeñas cuitas domésticas y creo que se equivocó. Tuvimos la percepción que estaba metido en la interna, que nombraba a (Juan) Grabois, primero se peleó con los Kirchner y después se arregló con Cristina. Nos hicimos un Papa a medida de nuestra grieta. Pero él participó de eso y terminó siendo una víctima, por eso no pudo venir durante su pontificado. Terminó siendo un exiliado como el General San Martín, quien al querer volver le ofrecen las conducciones del partido unitario y del federal también y es donde dice no desenvaino mi sable en lucha fraticida y se tiene que volver. Francisco se metió en la grieta y como ocurre en Argentina, que más allá de la intencionalidad o de nuestro propio deseo, terminamos siendo víctimas de la grieta. 

–¿Cómo impacta en el mundo la muerte de Francisco?

Es una infeliz coincidencia. El Papa se había arrogado a sí mismo el mandato de ser la voz de los menos afortunados frente a una gran concentración de poder y el crecimiento de la bronca de las clases medias primero ante el estado aspiracional que las pone cada vez más lejos de alcanzar lo que se quiere y segundo frente al invasor como en Europa y Estados Unidos se ve al inmigrante. La infeliz coincidencia es porque quién va a representar ahora a esos desafortunados en un sistema que explotó, donde hay una izquierda que no existe y fue la que siempre levantó la voz de los desafortunados. La disputa del poder ahora está entre poderosos  y grandes, y la pregunta es quién será entonces el misionero que el Papa se atribuía ser.

–¿Cuál es su mirada sobre el próximo cónclave que elegirá al nuevo líder de la Iglesia Católica?

–Les recomiendo ver la película Cónclave que con este nuevo escenario (la muerte del Papa) está muy bien representado. Es un punto de inflexión, este cónclave va a ser complicado y con sorpresas. No creo nada de lo que se habla, es una institución central muy importante, ojalá lo resuelvan bien, que la Divina Providencia ilumine a esos casi 150 señores de fuste (por los cardenales) que se encierran en la Capilla Sixtina y salga el humo blanco.

Alan Monzón

Un giro a la derecha

–¿El mundo gira a la derecha?

–Sí. Hoy una derecha dura que lidera (Donald) Trump y que tiene a (Jair) Bolsonaro, (Javier) Milei, (Nayib) Bukele, (Daniel) Noboa, a medio camino a (Georgia) Meloni y los partidos de ultraderecha como Vox. Todo ese espacio es hoy un pensamiento y acción creciente en el Occidente que hoy conocemos.

–¿Cuán riesgoso es el avance de la extrema derecha?

–Es lo que está ocurriendo. A los que dicen que no les gusta lo woke los veo muy a la ultra derecha. Yo soy de centro derecha y prefiero llamarlos de izquierda y no llamarlos zurdos de mierda porque me pueden responder que soy un nazi de mierda y yo no soy ningún nazi soy un hombre de la derecha democrática. Creo que hay una izquierda democrática, prima hermana mía y que no es mi enemigo, con quien puedo acordar. Los extremos son mis enemigos ya sean de izquierda o de derecha. 

–¿La derecha implica nacionalismo?

Tiene un olor a 100 años atrás cuando lo global estaba al servicio de una potencia del mundo. Hoy Trump lo está planteando. Por supuesto que no comulgo con eso, estoy por lo multilateral. Hoy, muchas de las acciones –cuando compramos un billete de avión y viajamos desde China a Estados Unidos (EE.UU.), o cuando hacemos una transferencia bancaria– tienen miles de reglas que te incluyen en el sistema global. A ese mundo, que construyó EE.UU. como líder, Trump lo está destruyendo y es muy peligroso. Pero el equilibrio no va a venir desde China o Europa, sino que vendrá desde dentro de los Estados Unidos y eso ya está pasando porque hay señales claras sobre los límites a este poder absoluto de ultraderecha homofóbica, misógina, anti globalizadora y que sigue pensando que hay una conspiración de izquierda cuando casi no existe en el mundo porque la crisis de la izquierda es muy grande. 

Alan Monzón

Política exterior, Malvinas y el FMI

–¿Cuál es su visión sobre la política exterior de Argentina?

–La veo mal porque está mal parada. En los últimos treinta años tuvimos una decisión estratégica de construir una organización como es el Mercosur más Chile. A esa región la detectamos y avanzamos, pero luego paramos. No tenemos que operar desde Argentina sino a través de nuestro lugar en el mundo que es esta importante región del Cono Sur, algo que tampoco están haciendo nuestros vecinos. Es un pecado compartido. El jueves de la semana anterior se reunieron los cancilleres de esos países y acordaron negociar cada uno por su lado los aranceles con EE. UU. Esto significa la sumatoria de la debilidad. Hay que negociar un acuerdo de libre comercio entre esta enorme región con EE.UU. y no de manera individual, como lo está intentando hacer Europa. 

–¿Y con respecto a la posición actual argentina en relación a Malvinas?

–Es un hecho donde tenemos una verdad consolidada, incluso está plasmada en la Constitución, las Malvinas son argentinas. Esa es nuestra verdad, pero no la única. En el mundo no existen las verdades absolutas. Otros tienen otra verdad, mal que nos pese. Las (a las islas) intentamos recuperar militarmente y no pudimos, pese a que habíamos avanzado en lo diplomático. En la práctica, las Malvinas son argentinas pero la tienen otros. Tenemos una opción de hierro: o planteamos una guerra a Inglaterra, a los isleños y al mundo; y creo que no es lo que tenemos que hacer. O entendemos que hay otras verdades más allá de la nuestra y nos vamos a tener que sentar a construir una tercera verdad que no será ni la nuestra ni la de los otros. Hoy no estamos en condiciones de sentarnos a construir esa nueva verdad porque no podemos arreglar ni siquiera una interna de un concejal. Mucho menos vamos a poder sentarnos a arreglar un tema geopolítico global para nosotros y el mundo. Esto llevado a la geopolítica, si se consolidara el Mercosur, estaríamos en una posición diferente ya que podríamos ir a negociar junto a nuestros socios, ya no solos sino con toda la región como quinta o sexta economía del mundo, y tendríamos más fuerza en la negociación. Consolidar el Mercosur nos coloca frente a Inglaterra u otros en distintas condiciones para negociar todo: créditos, inversiones y hasta puedo poner como primer tema a Malvinas. 

Alan Monzón

–¿No alcanza para negociar con Estados Unidos la cuestión arancelaria la buena onda que hay entre ambos presidentes?

–La buena onda entre Trump y Milei es real, está acreditado. Pero es sólo eso. Los intereses son los intereses. Trump nos aplicó un aumento de los aranceles por siete veces. Estábamos en el 1,2 por ciento promedio y pasamos a 10. En acero y aluminio pasamos a 25. Amigos somos todos, todos somos buenos pero el poncho dónde está. Las relaciones que son buenas es una cosa y los intereses es otra.

–¿Qué opinión tiene del plan económico de Milei y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI)?

–La buena relación entre los presidentes nos ayudó a sacar el acuerdo con el Fondo. Soy oficialista, no libertario. No creo en el pensamiento de derecha dura de los libertarios. Pero creo en el programa de este equipo económico que está haciendo las cosas muy bien. El secreto lo dijo (Luis) Caputo: tardó 8 meses en convencer a la burocracia del FMI de esta propuesta que es de Caputo; y yo la respaldo al 100 por ciento. No habrá devaluaciones, habrá una banda (donde el dólar va a fluctuar) y va intervenir por debajo y por arriba. Se equivocan los economistas que lo pelean y se equivocan los especuladores apostando a que se va a caer esta política.

Donald Trump

Papa Francisco

Argentina

Murió el papa Francisco

Milei presidente

Malvinas

Estados Unidos

Redacción

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