Con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, la disputa por la hegemona mundial -es decir, la batalla entre Estados Unidos y China– regres a primer plano.
Estados Unidos es la principal potencia del planeta y quiere que eso siga siendo as. Por eso, buscar frenar el avance de Pekn.
China fue la principal potencia del mundo durante siglos y quiere volver a ocupar ese lugar. Por cierto, no lo dir explcitcamente, pero va en busca de eso.
La batalla ya no es militar (y esperemos que as siga siendo porque, sino, la cuarta guerra mundial ser con palos y piedras, como dijera Albert Einstein) sino econmica, tecnolgica, cientfica, meditica y diplomtica.
Mientras esa guerra de colosos se desenvuelve, el mundo mira.
Cada pas trata de sumar equipos a su bando. O, para decirlo en el lenguaje tcnico, su esfera de influencia.
Es una oportunidad para los dems pases porque tienen leverage para pedir cosas y jugar «a dos puntas».
El problema es cuando algunas de las potencias exige disciplina absoluta. Algo similar a lo que hace Karina Milei dentro de LLA.
Milei arranc con un alineamiento automtico con Estados Unidos y una posicin dura con «los comunistas» (de China). Si bien lo primero no cambi, fue ablandando su posicin hacia Pekn. De hecho, hace poco se renov el swap con el Banco Popular de China. Y si bien nunca se produjo su viaje a China, el hecho de que esa versin haya circulado muestra que Milei est dispuesto a tener una relacin, aunque no cercana, s cordial y respetuosa.
Si este escenario contina, no sera malo para Argentina: podra aprovechar el inters de ambos para que el pas est en su esfera y pedir. Obviamente, deber entregar y ceder cosas, pero no estara obligada a elegir y tener que romper con uno de los dos.
Por el momento…
Una nueva encuesta de Zuban Crdoba analiza qu piensa la opinin pblica de todo esto.
- 54% cree que la imagen argentina en el mundo ha empeorado desde la asuncin de Javier Milei.
- 55% cree que Argentina debera mantener su clsica neutralidad frente al incipiente choque entre China y Estados Unidos.
- 20,9% prefiere alinearse con Pekn y apenas 19,3% con Washington.
- «Hablando especficamente de ese choque, asoman algunos datos ms que interesantes. 36% considera que China contribuye a la estabilidad global mientras que slo 16% piensa lo mismo de Estados Unidos«, dice la editorial del informe de la consultora que lideran Paola Zubn y Gustavo Crdoba.
- «Un cambio de 180 grados en la opinin pblica argentina que histricamente ha sido ms proclive a favorecer a Estados Unidos», dicen y agregan, como explicacin: «Un sntoma indiscutible de lo que la administracin Trump y su poltica arancelaria generan en pases como el nuestro».
Entre los votantes de Milei prima la idea de acercarse a Estados Unidos, con 39,8%. El 49,6% quiere la neutralidad y apenas 6,1% opta por pivotear hacia China.
Entre los que votaron a Massa, casi nadie plantea alinearse con Estados Unidos y el 36,9% opta por mirar ms a China que EE.UU. De todas maneras, 59,9% prefiere la neutralidad.
El anlisis de Florencia Rubiolo, Analista de poltica internacional, investigadora del CONICET y Directora de Insight 21 (Universidad Siglo 21)
Neutralidad o alineamiento? Cmo ve la sociedad argentina la rivalidad entre EE.UU. y China
Una reciente encuesta sobre la poltica exterior argentina en el contexto de la creciente tensin entre Estados Unidos y China revela un dato clave: el 55% de los consultados considera que el pas debera mantener una posicin deneutralidad. Esta respuesta no sorprende si se considera que la tradicin diplomtica argentina ha favorecido histricamente una postura equidistante frente a los grandes polos de poder global.
Este enfoque no implica pasividad ni inaccin, sino ms bien un intento deliberado de no alinearse automticamente con ninguna de las partes en conflictos internacionales, especialmente cuando se trata de disputas lejanas y complejas que exceden los intereses directos del pas.
Lo interesante es que tanto quienes favorecen un alineamiento con Estados Unidos como con China se reparten porcentajes muy similares, con apenas un 1,6% de diferencia a favor de EE.UU. Este dato refuerza la idea de una sociedad que, mayoritariamente, percibe con distancia —tanto geogrfica como cultural— los conflictos entre potencias, y que prefiere mantener una autonoma relativa en su posicionamiento global.
La creciente consideracin hacia China como un posible socio estratgico no parece surgir de afinidades ideolgicas o culturales, sino de un atractivo econmico concreto. Aun as, la Argentina sigue estando fuertemente enraizada en el hemisferio occidental, tanto por valores, tipo de gobierno y herencia cultural. Por eso resulta significativo que, pese a esas diferencias estructurales, un porcentaje casi igual de la poblacin considere viable una mayor cercana con el gigante asitico.
Quin contribuye a la estabilidad mundial y quin la pone en riesgo?
La segunda parte del estudio indaga en una cuestin igualmente clave: qu pas contribuye ms a la estabilidad global y cul provoca ms tensiones? En un contexto marcado por la escalada arancelaria impulsada por la administracin Trump, no sorprende que Estados Unidos sea percibido como el principal generador de tensiones a nivel global.
Esta percepcin parece centrarse en el plano econmico y en las dinmicas de la economa poltica internacional. En segundo lugar, aparece Rusia, pero con un matiz distinto: aqu la preocupacin est ms vinculada a tensiones geopolticas y territoriales, particularmente por su rol en la guerra en Ucrania.
China, en cambio, aparece en una posicin llamativa: no solo no es vista como el principal actor generador de tensiones, sino que es identificada como el pas que ms contribuye a la estabilidad global. Esta visin choca con las crticas frecuentes que ha recibido desde Estados Unidos y otras potencias occidentales por supuestamente desafiar el orden liberal internacional.
Lo interesante es que, aunque China no haya sido la arquitecta de ese orden —basado en normas, instituciones y acuerdos que promueven previsibilidad y estabilidad—, la percepcin pblica es que hoy acta ms como una fuerza estabilizadora que como un factor de desorden.
Este dato es revelador: del pas que fund y promovi el orden liberal internacional (Estados Unidos), hoy se percibe que contribuyemenos a sostenerlo. Y esto plantea un interrogante crucial: si el principal impulsor de ese orden ya no es percibido como su garante, cmo se sostiene su legitimidad? La respuesta, quizs, est empezando a cambiar de hemisferio.
La imagen internacional de Argentina bajo la presidencia de Javier Milei
Respecto de la ltima pregunta de la encuesta, vinculada a cmo ha evolucionado la imagen de Argentina en el mundo durante la presidencia de Javier Milei, el dato ms destacado es que ms del 50% de los encuestados considera que la imagen del pas haempeorado. Esta cifra es significativamente mayor que la de quienes creen que ha mejorado, con una diferencia superior al 7%.
Sin embargo, no se observa una polarizacin extrema. La mayora parece tener una posicin tomada, lo cual queda claro al ver que menos del 5% respondi que no sabe. Esto indica que la imagen internacional del pas es un tema presente en el debate pblico, y que la ciudadana percibe que la poltica exterior tiene un impacto concreto en la vida cotidiana.
Este creciente inters podra explicarse por varios factores: por un lado, la mayor cobertura meditica de temas internacionales y, por otro, el alto perfil de los discursos del presidente en foros globales, muchas veces marcados por una retrica confrontativa y polmica, que ha sido objeto de crticas no solo por el contenido, sino por las formas, percibidas como poco diplomticas.
Entre quienes ven una mejora en la imagen internacional, la percepcin parece estar anclada en dos ideas: una mayor visibilidad global —que no necesariamente equivale a un mejor posicionamiento, pero s a una presencia ms notoria—, y una narrativa presidencial centrada en la «apertura al mundo». A esto se suma un factor no menor: la reciente aprobacin de financiamiento por parte de organismos internacionales como el FMI, que puede ser leda como una suerte de respaldo externo.
En resumen, el posicionamiento internacional de Argentina est hoy ms presente que nunca en la conversacin pblica. Y aunque las miradas estn divididas, lo que parece quedar claro es que la poltica exterior ya no es un asunto distante o meramente protocolar: se ha convertido en un terreno clave donde se juegan tambin las expectativas, los temores y las aspiraciones de la sociedad.
