La entrevista entre Pedro Rosemblat y Eduardo Feinmann en el programa Gelatina fue un encuentro cargado de tensiones y reflexiones, especialmente en torno a las críticas dirigidas a Lali Espósito, pareja de Rosemblat. Durante la conversación, Rosemblat confrontó a Feinmann por comentarios que consideró irrespetuosos hacia la cantante.
Feinmann, conocido por sus opiniones contundentes, había cuestionado previamente la participación de Lali en eventos políticos, sugiriendo que su activismo desde un lugar cómodo no era genuino. Rosemblat defendió a su pareja, señalando que tales críticas eran injustas y que Lali tenía todo el derecho de expresarse políticamente sin ser descalificada.
A pesar de las diferencias, la entrevista también mostró momentos de respeto mutuo. Rosemblat expresó su admiración por el trabajo periodístico de Feinmann, y este agradeció el reconocimiento, demostrando que es posible mantener un diálogo respetuoso incluso en medio de desacuerdos.
Este intercambio refleja las tensiones existentes entre el periodismo y el mundo del espectáculo en Argentina, especialmente cuando se entrelazan con cuestiones políticas y personales.
Feinmann, conocido por sus críticas a figuras del espectáculo, había cuestionado anteriormente la participación de Lali en la Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista, sugiriendo que su presencia desde un balcón con aire acondicionado era una forma fácil de manifestarse.
A pesar de las diferencias ideológicas, Rosemblat sorprendió al expresar admiración por Feinmann, afirmando que lo escucha todas las mañanas y que le parece un gran periodista. Feinmann respondió agradeciendo el comentario, mostrando un momento de cordialidad en medio del debate.
Este intercambio refleja las tensiones existentes entre el periodismo y el mundo del espectáculo en Argentina, especialmente cuando se entrelazan con cuestiones políticas y personales.