Faltan horas para que El Eternauta esté disponible en Netflix. Y la emoción vibra en los pasillos del Palacio Duhau-Park Hyatt, donde se está realizando el junket de prensa de la serie inspirada en la historieta argentina de ciencia ficción que fue tocada por la varita de Bruno Stagnaro y promete revolucionar las ficciones nacionales.
En un salón con varias puertas se distribuyen los talentos: Ricardo Darín, Carla Peterson, Andrea Pietra, Cesar Troncoso, y Stagnaro tienen su box. Pero antes, vienen las fotos y los encuentros. Andrea, con un chaleco blanco con brillos y el pelo recogido, arranca con la primera entrevista. Darín interrumpe para saludarla: no solo comparten elenco sino que desde hace años hacen juntos Escenas de una vida conyugal, todo un éxito también en España.

Con la energía expectante del estreno (mañana, a las 4 AM ,estarán disponibles los 6 episodios), Andrea habla con Revista GENTE del desafío de llevar esta historia al mundo audiovisual, de cómo se lleva con la ciencia ficción, de su relación con Darín y de la devolución que le dio su hija, amante del género, después de ver la primera temporada de un tirón.
También, y después de emocionarse al hablar de lo que significa realizar una ficción de la talla de El Eternauta, recuerda el legado de Alejandra Darín, su íntima amiga y hermana de su compañero de elenco. «Como dijo ella, creo que lo mejor es que disfrutemos de lo que tenemos y dejar de mirar lo que no», sostiene.
-¿Qué podés adelantar de El Eternauta y de tu personaje?
-Creo que esta es la primera serie de ciencia ficción argentina. ¿No es cierto? El personaje se llama Ana, es la mujer de Favalli. En la casa de Ana es donde se juega el truco, es donde, en el primer capítulo, sucede esta nieve que empieza a caer y empieza a matar a la gente y este fin del mundo que parece venirse.
-¿Y qué aporta ella?
-Yo diría que Ana tiene mucha humanidad y servicio, en algún punto. Favalli y ella son una pareja que no tuvieron hijos, son muy unidos, son muy empáticos y creo que tienen un vínculo en el cual son muy compañeros y se sostienen y Ana es esa persona dentro de este equipo.
-¿Ya viste los capítulos?
-Estoy totalmente conmovida, ayer terminé de ver los seis capítulos. La verdad es que tengo una semana en la que estoy muy movilizada emocionalmente porque me parece que es extraordinario El Eternauta. No solo el trabajo que hicimos todos, sino, sobre todo, el de Bruno Stagnaro. Es genial, algo nunca visto. Siento que tengo el beneficio de estar en un producto que es una bisagra en el audiovisual argentino.
-¿En qué sentido?
-Es algo que agradezco muchísimo. Fue muy divertido hacerlo… Fue tedioso pero fue muy divertido. Fue trabajar con una tecnología nueva. Fue realmente recrear el juego propiamente dicho que nosotros como actores siempre tenemos que recrear y hacerlo, además, con un equipo de primera línea en todos los sentidos.
-¿Te gusta la ciencia ficción?
–Me gusta más ahora que tengo una hija que mira mucho de ciencia ficción. Me gusta si no me asusta demasiado, pero siempre me gustó estar ahí… Así como hace muchos años hice Poliladron y me gustó ese juego, me gusta mucho entrar en ficciones que tienen un juego explícito donde uno vuelve a ser realmente un poco un niño.
-Darle rienda suelta a la imaginación, digamos.
-Es como fantasiar sobre algo. Más allá de eso me gustó mucho estar presente en esta forma de trabajo que nunca pensé que iba a poder hacer en Argentina.

-Sobre todo en un contexto donde cada día hay menos ficciones.
–Eso sobre todas las cosas, sí. Es glorioso. Pero además en la forma que se trabajó, de una forma tan minuciosamente. Bruno es un director que repite, repite y en esa repetición busca la excelencia o también encuentra cosas que se le van disparando a él como director. Fue grabar de una forma que filmábamos, íbamos a comer y él volvía del almuerzo con una propuesta nueva para eso que habíamos hecho o al otro día volvía con algo para esa escena que habíamos hecho.
-¿No suele trabajarse así?
–Nunca me pasó, siempre hay poco tiempo, nunca se puede. Entonces estaba como el material vivo y ese espíritu de impecabilidad lo tiene la serie. Ayer la terminé de ver y me puse a llorar… No quiero llorar ahora porque es muy emocionante haber podido lograr lo que se va a ver.
-En esto que decías de que a tu hija le gusta la ciencia ficción, ¿pensaste cuando estabas grabando en qué pasaría si realmente sucediera algo parecido?
–Claro que lo pensé, porque para actuar también tenía que pensar en eso, ¿no? Que uno queda aislado, que no sabés qué le va a pasar al otro, que se termina todo. Esto que cuenta El Eternauta que me parece muy valioso, el relato del héroe colectivo, que uno nunca se salva solo, que uno se salva en grupo. Esto en este momento del mundo, del país, de todo, como hay que tenerlo muy en cuenta: uno nunca se va a poder salvar solo…

-Cómo se reacciona ante el apocalpsis.
–La salvación viene en equipo y me parece muy oportuna esta serie también para este momento del mundo y de Argentina. Muestra eso, se termina todo y la supervivencia, ¿qué hacemos con el del lado? ¿qué hacemos con la desesperación de no saber dónde está nuestra familia en ese momento? o de pensar que cualquier cosa te va a matar o que desaparece todo o que se terminó toda la modernidad y la forma que conocemos de estar todo el tiempo comunicados con un WhatsApp. Se termina todo y ¿qué hacemos con todo eso? Es como volver a la antigüedad y además hay algo muy malo en el exterior que sabés que te toca y te mata.
-Más la amenaza de algunas criaturas extrañas.
-Más la amenaza de todo lo que empieza a producirse, que empieza a aparecer a partir de esta nieve.
Andrea Pietra cuenta por qué esta es la primera vez que su hija Stephanie mira su trabajo

Además de la emoción por ver el trabajo culminado y esperar el estreno, Andrea tiene otra satisfacción: saber que esta vez Stephanie, su hija de 15 años, va a verla en la pantalla. Según cuenta en diálogo con Revista GENTE, su hija es una apasionada por la ciencia ficción y esta es la primera vez que la ve en acción.
«Hasta ahora nunca me vio», confiesa la actriz y mujer de Daniel Grinbank y dice orgullosa: «Ayer la terminamos de ver juntas y corroboré, porque ella me lo dijo, que El Eternauta es excelente».
Además, habla de su relación con Ricardo Darín, con quien comparte obra en Escenas de la vida conyugal. «A Ricardo nunca se le volaron los patos», asegura.
-¿Y como madre qué te imaginas que te pasaría?
-Mi personaje no tiene hijos pero tiene una sobrina, que es la hija de Juan Salvo (Darín) y de Elena (Peterson), tiene a los vecinos… Es un personaje que empatiza mucho con el resto. Es una musicoterapeuta, tiene alumnos. En su pensamiento hay mucha gente y además su marido entra y sale de la casa todo el tiempo… Su marido es su familiar de toda su vida, con él que vive y comparte la vida. Por eso digo, en ese momento poder tener un poco de visión de grupo… De no pensar solamente en uno sino también en el resto. Y por suerte no me tocó tener una hija en la serie, pero me toca tener una hija en la vida que nunca quiso ver nada de lo que yo hago y ahora está muy cebada con El Eternauta. Por lo cual, a mí lo que me trae es que una vez en su vida va a ver un programa donde está la madre.
-¿Nunca quiso ver nada?
-Y no ve, no le interesa, no es su metie. En cambio ella es muy fanática de las series de este tipo y la vio conmigo y es la mejor crítica del mundo… Corroboré que es excelente.
-Hace poco fue su fiesta de 15. ¿cómo lo vivieron?
-Fue muy emocionante. Acompañar a tu hija desde que es chiquita e ir viéndola convirtiéndose en mujercita, ver que es feliz con eso, que toma decisiones y que le gusta disfrutarlas y celebrarlas, la verdad que fue un evento que salió bien desde todo punto de vista… De mucho amor, de mucha diversión, de mucha felicidad y, bueno, ella estaba preciosa.
-Sí, además con un súrper vestido…
-Sí, que eligió ella. Eligió la princesa original negra de Disney, que es la princesa Tiana y eso también me pone en valor que está muy contenta con quién es y que disfruta mucho de esta vida que está teniendo. Así que espero que siga así.

-Y ahora, además de Escenas en la vida conyugal, volviste a trabajar con Ricardo Darín.
-Sí. Haciendo diferentes roles. En Escenas es mi marido. Acá es el marido del amigo, pero es un muy buen amigo. La verdad que trabajar con Ricardo… Yo creo que Ricardo es único, primero porque es el actor número uno de este país… No me juego a decir número uno de España, pero en España se lo ama más que a los propios actores… Yo lo veo en el teatro y veo lo que pasa con nuestra obra. Ya es la séptima vez que vamos, más o menos, a España a hacer gira y lo que sucede. Pero más allá de eso es porque es un tipo absolutamente cercano, un tipo al que nunca se le volaron los patos.
-¿Cómo es él?
–Está siempre conectado, es simple, sencillo, es austero, sigue siendo el mismo tipo que yo conocí hace 30 años. Y, para trabajar, es un gran compañero, porque propone muchos juegos, te cuida y además es un placer trabajar con un muy buen actor. Así que yo me siento muy beneficiada de seguir trabajando con él y de que volvamos a la gira en España en septiembre.
-También es el hermano de Alejandra que era una amiga muy cercana para vos.
-Hay algo medio de familia. Alejandra era muy amiga mía, así que venimos de todo ese proceso también… Lo llevamos como el mensaje que dejó ella: «Celebremos y sigamos disfrutando de la vida con lo que tenemos y tengamos en cuenta lo que tenemos en vez de darnos cuenta cuando ya no lo tenemos».
Fotos: Marcos Lucevid – Gentileza Netflix.