
La Vanguardia
Barcelona
Después del récord histórico de viajeros del metro de Barcelona, el pasado día 23, diada de Sant Jordi, este lunes fueron los autobuses de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) los que pulverizaron todos los registros al convertirse en una de las pocas opciones para desplazarse por la ciudad y los municipios más próximos durante las largas horas del apagón del lunes. Durante esta jornada los autobuses de TMB transportaron a 1.250.000 pasajeros.
Solo cuando el metro empezó a recuperar paulatinamente el servicio a partir de las seis de la tarde, la presión sobre los autobuses se relajó, aunque hasta la noche en las paradas y en los vehículos que prestaron servicio se produjo una gran afluencia de personas. El metro, que funcionó durante toda la noche, restableció la totalidad del servicio sobre las tres de la madrugada.
El servicio de bus de TMB funcionó desde el primer momento con cerca de 900 vehículos en la calle. La congestión del tráfico ante la falta de otras formas de transporte público como los trenes, el metro y el tranvía, y los problemas de señalización semafórica provocaron alteraciones horarias en la circulación de los autobuses. Las líneas convencionales alargaron su horario hasta la medianoche con la única excepción de los buses de barrio y el bus a demanda. Esa ampliación fue posible gracias a los trabajadores que decidieron alargar sus turnos.