En acto organizado también para declarar esa demarcación como la segunda libre de pisos de tierra, el mandatario calificó el momento de crucial, “porque nos recuerda el compromiso de la democracia con la justicia social, con esperanzas y las aspiraciones del pueblo”.
El camino hacia esta transformación no está libre de desafíos, subrayó el jefe de Estado, quien recordó que desde el inicio de su administración enfrentaron muchos obstáculos.
En un país cuyas instituciones han sufrido tanto por la corrupción, avanzar, saldar esas deudas históricas cuesta, es un enorme reto, reflexionó el político de 67 años.
Los avances que Mano a Mano logró en este primer año son el reflejo de la acción del Gobierno y de los pueblos que trabajan juntos, así como anhelan una vida más digna, remarcó Arévalo.
El desarrollo que estamos impulsando es el resultado de la organización de los territorios, de la organización de las comunidades, del Ejecutivo para trabajar en conjunto, amplió.
Esta iniciativa es la propuesta para transformar a la nación y establece las bases de un proyecto de desarrollo que deberá continuar en el tiempo, auguró el presidente.
Asimismo, asegurar un impacto sólido y significativo en la vida de la población, que fue empobrecida por la desidia y la corrupción de gobiernos anteriores, señaló el mandatario.
No vamos a resolver 500 años de racismo, exclusión y marginación en cuatro años de la administración, pero podemos sentar las bases, fijar los cimientos, sembrar la semilla, acotó junto al ministro de Desarrollo Social, Abelardo Pinto.
Felicitó a las autoridades de 10 instituciones presentes, a todo el personal, especialmente departamental y municipal, por el esfuerzo.
El programa benifició el 99 por ciento de hogares con la instalación de pisos adecuados, al reemplazar estructuras que representan un riesgo para la salud, sobre todo en niños.
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