Romper con la herencia familiar no fue fácil para Valentín, el hijo menor de Romina Yan. Con un apellido que es sinónimo de televisión, el joven de 22 años decidió meterse de lleno en el mundo del automovilismo y, de a poco, viene consiguiendo buenos resultados.
Es así que este 2025 fue clave ya que significó su salto al Turismo Carretera 2000, la nueva categoría del automovilismo argentino en la que se puede codear con figuras clásicas como Facundo Ardusso y Agustín Canapino.

Pero este logro no hubiera sido posible sin el apoyo fundamental de ciertas personas, especialmente el de Gustavo Yankelevich, su abuelo, quien es el miembro de la familia que más presente está en las hazañas que busca emprender su joven nieto en las pistas del país.
La pasión por el automovilismo la tuvo desde siempre, pero en un momento decidió alejarse porque sintió que no estaba siguiendo el camino correcto. Aunque, en un momento, se produjo un cambio significativo en la sinergia y de la mano del histórico productor de tevé.

De acuerdo a lo que contó Valentín en una entrevista con Olé, agradeció el apoyo de su abuelo cuando estaba viviendo esos momentos de incertidumbre: “Nos quedamos en una sobremesa, después de una comida, y me preguntó: «¿A vos qué te hace feliz?». No le supe responder. Ahí, él mismo me dijo ‘a vos te encantan los autos’ y me di cuenta de que era lo que quería”.

Después de esa charla, Yankelevich prestó su colaboración y realizó un nexo con el Pato Silva. Así, como una cadena de favores, logró llegar a los referentes indicados para retomar profesionalmente este camino sobre ruedas.
La herencia familiar olvidada
“Intenté meterme al mundo del entretenimiento, del arte se podría decir… Claramente no era lo mío. Por suerte no actúo, nunca me gustó. No es fácil tener una familia tan alejada de este mundo porque verlo de afuera asusta: desde que arranqué en karting me lesioné y tuve mil problemas, pero nunca renegué. Amo tanto lo que hago que no hay nada que me frene”, destacó cuando le preguntaron en Olé si nunca le picó el bichito de la actuación.

Lo cierto es que hace unos meses, en una entrevista con Revista GENTE, había manifestado sentirse la «obeja negra» de la familia por su elección: “Mi pasión por los autos la tengo de siempre. La familia venía de lo artístico, pero nací así y es algo que siento bien dentro mío. Siempre me gustaron los autos, así que, bueno, qué se le va a hacer, en ese sentido siempre fui el oveja negra de la familia”.
Mientras tanto, también en diálogo con GENTE, la aclamada Cris Morena habló de la impronta artística de su familia, y le dedicó un mensaje especial a Valentín: “Mi nieto mayor, Franco, es un actor increíble que se recibió en Londres, colabora conmigo y es un gran cantante. Valentín se canta todo, pero ahora está en el automovilismo. A toda costa quiere hacer eso. No sé que va a pasar en su vida, pero bueno, entre nosotros: voy a intentar viendo si lo convenzo para que siga cantando y continúe con esta vertiente”.