El país descendió del puesto 66 al 87 en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025, elaborada por Reporteros sin Fronteras. El informe advierte sobre estigmatización a periodistas, cierre de medios y uso político de la publicidad estatal durante la gestión de Javier Milei.
Argentina sufrió una de las mayores caídas a nivel global en el ranking de libertad de prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras (RSF), al descender 21 posiciones en la edición 2025 del informe anual. El país pasó del puesto 66 al 87 entre 180 países analizados, y acumula un retroceso de 47 lugares en apenas dos años.
Según RSF, los factores que explican esta baja son “los giros autoritarios”, con menciones directas al accionar del presidente Javier Milei, a quien se acusa de estigmatizar a periodistas, desmantelar los medios públicos y utilizar la pauta oficial como herramienta de presión política.
“El país se ha desplomado 47 posiciones en dos años. La llegada de Milei marca un nuevo y preocupante punto de inflexión para la garantía del derecho a la información en la Argentina”, señala el informe. En la región, países como Trinidad y Tobago (19), Canadá (21), Costa Rica (36) y hasta Brasil (63) superan ampliamente a Argentina en niveles de libertad de prensa.
A su vez, el informe alerta que el cierre de medios por dificultades económicas afecta a casi un tercio de los países del mundo, incluida Argentina, aunque advierte que solo un puñado sufrió un deterioro tan marcado por segundo año consecutivo.
En la misma línea, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) contabilizó 179 agresiones contra la prensa en 2024, lo que representa un crecimiento del 53% respecto al año anterior. Del total, 56 episodios fueron protagonizados directamente por el presidente Milei y otros 11 por funcionarios de su gobierno.
“El discurso estigmatizante y las restricciones al acceso a la información pública fueron los ítems que más crecieron”, remarcó FOPEA, mientras que el abogado Ricardo Gil Lavedra advirtió que los agravios del mandatario “constituyen una forma de censura indirecta incompatible con el libre flujo de ideas en una democracia”.
A nivel global, el informe de RSF también refleja un deterioro general de la libertad de prensa, con una puntuación media que por primera vez cayó por debajo de los 55 puntos, umbral que marca una situación “difícil”. La presión económica, sumada al dominio de las plataformas digitales como Google, Facebook o Amazon, agrava la situación de los medios tradicionales y favorece la desinformación, según el documento.