Esta actividad física fortalece el suelo pélvico y ayuda a disminuir el estrés y la ansiedad, entre otros beneficios

Foto: Freepik.
Tener una vida sexual satisfactoria, ya sea en solitario o en pareja, contribuye al bienestar general de las mujeres. Un estudio reciente señaló que una actividad física específica no solo mejora la condición física, sino que también podría ser decisiva para quienes enfrentan disfunciones sexuales, al mejorar el deseo y reducir molestias durante las relaciones.
Las disfunciones sexuales femeninas abarcan distintos problemas como la falta de interés, dolor durante el acto, dificultad para alcanzar el clímax o contracciones involuntarias de los músculos que rodean la zona íntima.
Estas condiciones pueden surgir por causas físicas o psicológicas, aunque en muchos casos obedecen a una combinación de ambas, lo que afecta tanto la vida en pareja como la autoestima personal.

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Aunque es fundamental acudir a un especialista que evalúe las causas y determine un tratamiento adecuado, la actividad física puede servir como complemento en el proceso de recuperación.
En ese sentido, una investigación publicada en la revista ‘BMC Urology’ destacó el impacto del pilates en la salud sexual femenina, sobre todo en quienes ya presentan algún tipo de disfunción.
La investigación, realizada por expertos de la Universidad de Sakarya en Turquía, reveló que en mujeres premenopáusicas y sexualmente activas “el pilates fortaleció el suelo pélvico y mejoró múltiples dimensiones de la función sexual, además del bienestar psicológico”.
Pilates: más allá de la postura y el tono muscular

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Este tipo de ejercicio, conocido por mejorar la postura corporal y tonificar los músculos, también puede actuar sobre distintos aspectos relacionados con la sexualidad. Los autores del estudio identificaron varios mecanismos a través de los cuales el pilates logra ese efecto:
- Fortalecimiento del suelo pélvico, lo que mejora la sensibilidad, la circulación y el control muscular durante el acto sexual.
- Disminución del estrés y la ansiedad. Eso favorece el bienestar emocional y el deseo.
- Mejora de la imagen corporal, ya que la práctica constante eleva la autoestima y la comodidad con el propio cuerpo.
- Mayor flexibilidad, lo que facilita el movimiento y mejora la experiencia íntima.
- Promoción de una mejor postura y de una respiración consciente, lo que intensifica la conexión con el propio cuerpo y con la pareja.
¿Quiénes se benefician más de este ejercicio?
Los efectos positivos del pilates resultan especialmente útiles para mujeres con diagnóstico de disfunción sexual, en etapa premenopáusica o perimenopáusica, así como para aquellas que buscan mejorar su salud emocional y física.
También se presenta como una opción natural para quienes desean recuperar el deseo sexual sin recurrir a tratamientos invasivos.
Tal como indica MedlinePlus, “una vida íntima satisfactoria forma parte del bienestar integral y puede verse afectada por factores tanto físicos como emocionales”.
Por eso, actividades que promuevan el movimiento y la conciencia corporal, como el pilates, pueden desempeñar un papel clave en su recuperación.
Susanna Carrasco, El Universal (México) / GDA.
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