Matteo Zuppi es uno de los candidatos al papado. Cercano a los marginados, promueve una Iglesia inclusiva y con fuerte presencia social.
A días del inicio del cónclave para elegir al nuevo líder de la Iglesia católica tras la muerte del papa Francisco, el nombre del cardenal italiano Matteo Zuppi resuena con fuerza entre los posibles sucesores. Con una trayectoria marcada por el compromiso social, la mediación internacional y el diálogo interreligioso, Zuppi aparece como una figura que encarna el espíritu pastoral impulsado por Francisco.
Cercano a los más vulnerables
Nacido en Roma en 1955, Zuppi se vinculó desde joven con las comunidades más necesitadas a través de la Comunidad de Sant’Egidio, organización católica con fuerte impronta social. Su vida pastoral estuvo enfocada en acompañar a niños de barrios populares, personas en situación de calle, migrantes, presos y enfermos terminales.
Esa cercanía no fue solo simbólica: durante décadas desarrolló su tarea como sacerdote en zonas humildes, construyendo vínculos y respuestas concretas para los excluidos.
Formación y diplomacia vaticana
Zuppi estudió Letras, Filosofía e Historia del Cristianismo en la Universidad La Sapienza y se formó en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense. Ordenado sacerdote en 1981, ocupó diversos cargos en la diócesis de Roma, hasta ser nombrado arzobispo de Bolonia en 2015 y cardenal en 2019.
Una parte destacada de su perfil es su rol en misiones diplomáticas. En los años 90, participó en el proceso de paz en Mozambique que puso fin a 17 años de guerra civil, experiencia que lo posicionó como un referente en la diplomacia informal del Vaticano.
Conducción y apertura pastoral
Desde 2022 preside la Conferencia Episcopal Italiana y, este año, fue incorporado al Tribunal Supremo del Vaticano. En estos espacios ha impulsado una Iglesia más abierta, alineada con los valores del papa Francisco.
Zuppi ha defendido públicamente la necesidad de acoger pastoralmente a las personas LGBTQ+ y ha promovido el diálogo con otras religiones y denominaciones cristianas.
La elección papal siempre es incierta, pero el perfil de Zuppi —humano, cercano, con visión social y solidez teológica— lo convierte en uno de los nombres más fuertes en la carrera por suceder a Francisco. Su posible elección representaría un gesto de continuidad con una Iglesia en proceso de transformación y apertura hacia los desafíos del mundo contemporáneo.