En tiempos donde lo “verde” se ha vuelto una etiqueta deseada, muchas instituciones financieras en América Latina presumen de tener una orientación ecológica. Sin embargo, un análisis riguroso deja en evidencia una preocupante diferencia entre lo que se dice y lo que realmente se hace. ¿Cuántos bancos están realmente comprometidos con el cambio? ¿Y cuántos solo están maquillando su imagen con productos simbólicos?
Sostenibilidad en papel, pero no en práctica

El concepto de banco verde sugiere una entidad comprometida con financiar proyectos que ayuden al planeta: energías limpias, eficiencia energética, reforestación. Pero ofrecer un producto financiero etiquetado como “sostenible” no es suficiente. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), aunque el 96% de los bancos latinoamericanos cuentan con al menos una oferta verde, solo el 9% ha adoptado metas reales hacia las emisiones netas cero.
La evaluación regional SUSBA (Sustainable Banking Assessment) de WWF evaluó 22 bancos de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú. Se analizaron seis pilares temáticos relacionados con criterios ambientales y sociales. El informe reconoció avances, pero también subrayó que muchas entidades aún no integran completamente estos criterios en sus modelos de negocio o en sus sistemas de gestión de riesgo.
Además, ninguna de las instituciones analizadas exige a sus clientes compromisos de cero deforestación. Tampoco hay una integración suficiente de los riesgos naturales en la toma de decisiones financieras.
Brechas visibles en la transición ecológica

Jessica Villanueva, gerente regional de finanzas sostenibles del WWF en charlas con EFE, considera que la banca latinoamericana tiene un rol crucial en la transformación sostenible. Pero advirtió que eso solo será posible si se acelera la acción y se cierran las brechas actuales.
El informe subraya cuatro tendencias que dificultan el progreso:
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Falta de políticas sobre riesgos asociados a la naturaleza
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Escasos compromisos hacia emisiones netas cero
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Ausencia de metas basadas en ciencia
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Deficiente integración de criterios ambientales y sociales en la relación con clientes
Aunque los productos de financiamiento verde son abundantes, su alcance aún no llega con fuerza a los segmentos medios y bajos del mercado.
Los puntajes nacionales muestran una realidad desigual: México (53), Chile (50), Brasil y Colombia (40), Perú (37) y Bolivia (24), sobre un máximo de 100 puntos posibles. Aunque un 84% de los bancos cuenta con estrategias sostenibles en papel, las acciones concretas ante amenazas como la pérdida de biodiversidad o la deforestación tienen niveles de cumplimiento entre el 0% y el 28%.