En medio de la votación de Ficha Limpia en el Senado, en los despachos más importantes de Casa Rosada daban por descontado que la ley sería aprobada sin cambios. Al menos, eso decían minutos antes de que los senadores de Misiones, la provincia más beneficiada por partidas discrecionales de la Nación, que hasta ahora habían votado alineados el oficialismo en cada una de las votaciones, acompañara la posición mayoritaria del peronismo para bochar la iniciativa aprobada en Diputados.
Cerca de Javier Milei rechazaban la tesis de que no hubiese sido conveniente para el oficialismo una ley que le permitiera a Cristina Kirchner victimizarse y denunciar una proscripción en su contra, que a la vez pusiera en jaque la estrategia de polarizar con el kirchnerismo.
“No existe ninguna lectura en ese sentido y esa no es nuestra estrategia. El 70% de la Argentina va a celebrar la noticia. No queremos polarizar”, afirmaba uno de los estrategas de campaña aunque la Ciudad está empapelada con carteles que rezan: «kirchnerismo o libertad».
En Posadas, la capital misionera, no disimulan demasiado. «Llamó Santiago Caputo en nombre del Javo. Quieren enquilombar al PRO. Necesitan a la vieja jugando para comerle votos al PRO«, razonó un dirigente que conoce el poder vertical la provincia.
El mismo día en que el PRO y la UCR lograron blindar el intento del peronismo para interpelar a Karina Milei y a Luis Caputo por el escándalo de $Libra, en la mesa chica del Presidente castigaron a la candidata del PRO en la Ciudad Silvia Lospennato por querer adjudicarse la autoría de la norma. “Hace ocho años que empuja la ley y nosotros la sacamos en 4 meses”, se jactaban en Balcarce 50, antes de que la sanción de la ley fracasara.
La posición de LLA públicamente cambió después de que el macrismo expusiera que el oficialismo no había habilitado que se discutiera el proyecto en Diputados al final del año pasado. Hasta ese momento sugerían que la iniciativa no interesaba al grueso de la ciudadanía. Lospennato y el PRO, como hoy, denunciaron un pacto de impunidad. Esa bala, antes entró.
Guillermo Francos aseguró el fin de semana que Ficha Limpia sería ley y aseguró que los votos estaban. Otra vez quedó en offside. En la previa, puertas adentro del oficialismo, había quienes sugerían que el PRO buscaría apropiarse de la sanción de la ley y sobre la peligrosidad de sacar de la cancha a Cristina Kirchner.
En la mesa chica de Milei pasaron de cuestionar la constitucionalidad de la ley a presentarse como sus impulsores más obstinados.
Todas las miradas en la Corte
A la ex presidenta y titular del PJ se le achica el margen de maniobra, mientras agita la posibilidad de ser candidata a diputada provincial en la tercera sección bonaerense. Para no ir presa y evitar ser inhabilitada de por vida en la causa Vialidad, depende de que la Corte Suprema no rechace el recurso de queja que presentó ante el máximo tribunal.
La ex mandataria acaba de recusar a Ricardo Lorenzetti. “Sus declaraciones públicas del pasado jueves 1 de mayo en América 24 no hacen más que confirmar las veladas amenazas ‘en off’ vertidas en el diario Clarín el día anterior a la votación del pliego del juez Ariel Lijo en el Senado de la Nación”, advirtió CFK en Twitter.
El ex presidente de la Corte explicitó que el tribunal debería tener un fallo definitivo cuanto antes. “Deberíamos fallar antes de la elección. No hay ninguna razón para demorarlo más”, dijo el magistrado.
Cerca de Milei sugirieron que los dichos de Lorenzetti fueron deliberados y para nada inocentes y que parecen ser una táctica acordada de manera subterránea con el kirchnerismo. “Se suicidó a propósito. La Corte no va a poder fallar con dos jueces”, explicaron en la mesa chica del Presidente.
En el Ejecutivo no creen que Lorenzetti haya sido sincero sobre su voluntad de que la Corte falle cuanto antes ante el recurso presentado por la ex mandataria. “También dijo que tenía los votos para (Ariel) Lijo”, se quejó un alto funcionario que tuvo a su cargo parte de las conversaciones para completar las vacantes del máximo Tribunal.
En la Rosada dan por hecho que Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti no podrán recurrir a conjueces, como establece la acordada del máximo Tribunal que los magistrados en diciembre firmaron junto a Juan Carlos Maqueda antes de que el cordobés se jubilara. Lorenzetti había votado en disidencia con sus pares.
Aquella resolución de la Corte fue leída como una advertencia al Gobierno, que anticipaba que nombraría a Lijo y a Manuel García Mansilla por decreto, como finalmente ocurrió, aunque ambos nombramientos se frustraron. «La acordada solo sirve para resguardar sus privilegios«, destacan entonces en el corazón del Gobierno.
A pesar de la posición de algunos de los funcionarios más poderosos del Gabinete, fuentes del máximo Tribunal consultadas por Clarín aseguraron que no existe ningún elemento que impida que la Corte designe conjueces -por sorteo- entre los presidentes de las Cámaras Federales de todo el país y en caso de no ser posible, con la alternativa de recurrir a un listado -ahora vencido- de abogados que tengan acuerdo previo del Senado.