El sector tecnológico en América Latina viene experimentando un crecimiento sostenido desde hace varios años, impulsado por factores clave como su proximidad geográfica a Estados Unidos. Esta ventaja estratégica convierte a la región en una opción prioritaria para las empresas que buscan contratar programadores para que trabajen desde sus hogares, en un modelo conocido como nearshoring. En este esquema, se valoran especialmente las similitudes culturales y de husos horarios, que facilitan la colaboración entre equipos distribuidos, en contraposición con el modelo de offshoring, que consiste, por caso, en contratar programadores de la India.
Aunque el boom de contratación de talento tech continúa, el mapa de reclutación de perfiles se está modificando. Si bien históricamente los argentinos lideraban el mercado gracias a su dominio del inglés, sólida formación y alta capacidad de adaptación frente a los cambios, actualmente pierden posicionamiento frente a desarrolladores de otras nacionalidades de la región.
“Los argentinos continúan ofreciendo servicios de alta calidad y cuentan con excelentes habilidades idiomáticas. Sin embargo, se han vuelto significativamente más costosos y proyectamos que a fin de año serán al menos un 10% más caros en dólares”, explica Cristina Rubio, HR Manager Aditi Consulting, una firma que cuenta con oficinas en distintos países de la región para atender proyectos digitales de corporaciones Fortune 500.
“En contraste, Brasil experimentó una fuerte devaluación que ha mejorado su competitividad; Colombia presenta una atractiva relación entre calidad de servicio, nivel de inglés y costo; mientras que México resulta estratégico para muchos clientes que buscan proximidad geográfica y desean establecer operaciones con talento local”, añade Rubio. La ejecutiva menciona otro fenómeno: las empresas internacionales priorizan cada vez más la estabilidad económica de los países al seleccionar talento, considerando que entornos volátiles como el argentino pueden comprometer la continuidad de sus proyectos.
“La inflación, el aumento del costo de vida y la actualización de sueldos en el sector IT, en contraste con una devaluación del dólar que no sigue el ritmo inflacionario, están afectando la competitividad del sector en términos de comparación de precios por servicios”, describe Enrique Palacios, CEO de Valkimia, una empresa que brinda soluciones de innovación tecnológica con más de 20 años en el mercado de Argentina y Chile.
El talento argentino es muy valorado a nivel global por su capacidad y calidad de trabajo. Además, el EF Education First publicó recientemente su Índice de Dominio del Inglés EF, donde Argentina aparece en el puesto 2 de los países latinoamericanos con mejor dominio del idioma. A nivel mundial, nuestro país ocupa el puesto 28, pero estas variables no son suficientes. En un contexto en el que la economía manda, los costos de los profesionales de IT en Argentina están alcanzando los valores de los países que mejor pagan en la región, como Chile. “Además, nuestros costos están superando a los de profesionales que trabajan en España e Italia”, acota Palacios.
Desde la Cámara Argentina del Software (CESSI), coinciden. Gustavo Guaragna, director del observatorio OPSSI, que depende de esa misma cámara, hace la comparación: “En 2023, la mediana salarial en el sector IT en Argentina llegó a $525.000 en julio, con una proyección de $660.000 para octubre, representando un aumento del 26% en ese período. En aquel momento, ese monto representaba US$2044,99 al tipo de cambio medio del mercado del 1ro de julio de 2023”. En la misma línea, Guaragna señala que los valores para 2025, tomando por ejemplo, el valor del MEP al 30 de enero de cada año, da que ese salario hoy es de US$2175,6. Si bien este monto es apenas superior al 2023, en términos reales rinde mucho menos.
Por supuesto, hay excepciones. Un caso reciente es PedidosYa. La compañía de delivery anunció recientemente que su Global Tech Hub para el desarrollo de innovación, avances y tecnología para todo el mundo ya está operando en Argentina y Uruguay, atendiendo a 70 países y un mercado de 2.000 millones de personas en el planeta. “Su foco está en el desarrollo de soluciones avanzadas en personalización de promociones y ofertas para los usuarios de todos los mercados”, explica Juan Martín Sotuyo, Chief Technology Officer de la compañía, a contramano de las otras visiones: “El costo de mano de obra de estos profesionales está internacionalizado. Y, si bien hace algunos meses en Argentina había una competencia feroz por los programadores, ya que ellos querían trabajar para afuera, lo cierto es que el salario de estos perfiles sigue siendo competitivo comparado con otras naciones. Dicho esto, si bien como toda organización no somos ajenos a este contexto económico, el rubro de la ingeniería ha estado menos expuesto a estas vicisitudes que otras áreas”, justifica.
Por su parte, la consultora EY GDS también planea contratar talento en los próximos meses. Actualmente, esta firma que cuenta con 2500 personas que brindan servicios profesionales desde Argentina, de los cuales el 30% provee servicios de IT para Estados Unidos. Sobre este tema, Verónica Asla, Latam Leader de esta compañía, explica que en su momento, cuando se eligió a este país para proveer servicios profesionales junto a India, Polonia, Sri Lanka, Filipinas y México, se mencionó la cuestión de la realidad económica fluctuante de nuestro país: “De todos modos, se decidió avanzar porque se trata de un proyecto a largo plazo, y en Argentina la economía siempre ‘va y viene’”, explica la ejecutiva. Según Asla, Colombia y México son hoy dos países que pican en punta en lo que respecto a la exportación de conocimiento.
Desde la Cessi, explican que el talento que apostó a quedarse en relación de dependencia este año ganó, ya que el salario creció más que el dólar y mantiene los beneficios, entre los que está la prepaga, que cada vez tiene un mayor costo. En tal sentido, Guaragna, que también es CEO de Snoop Consulting. señala que, por costo, Colombia está siendo el más demandado, aunque Perú y Ecuador también se volvieron más competitivos.
Respecto a lo que se puede esperar para el resto del año, Asla calcula: “Nosotros estimamos que Argentina será un 14% más cara de acá a fin de año, considerando una inflación mensual del orden del 2% y un crawling peg de 1% mensual. Dicho esto, está claro que estamos perdiendo competitividad frente otros países”.
Por lo pronto, el mapa parece reconfigurarse a favor de las empresas locales, que antes se quejaban porque les costaba contratar talento, ya que todos querían trabajar para afuera: “Hoy en día, el mercado local ofrece condiciones que compiten favorablemente con las que puede obtener un profesional trabajando para empresas extranjeras”, dice Palacios, y se explaya: “Hace poco más de un año, la brecha cambiaria permitía que un profesional IT que recibía sus honorarios en dólares, al convertirlos a pesos, obtuviera un ingreso que ninguna empresa local podía igualar para perfiles similares. Por esta razón, muchos jóvenes profesionales preferían renunciar a beneficios locales (como prepaga, aportes jubilatorios, indemnización, vacaciones pagas y aguinaldo) en favor de un ingreso superior”.
Sin embargo, todos estos puntos han mejorado recientemente. Las empresas locales ahora ofrecen salarios similares a los del exterior, además de los beneficios propios de la ley de trabajo argentina, para retener al personal. La presencialidad en el sector no ha regresado completamente; algunas empresas están implementando sistemas híbridos con buenos resultados y satisfacción tanto de colaboradores como de empleadores.
El escenario actual no implica que los programadores argentinos hayan perdido atractivo, sino que el mercado regional se volvió más competitivo en un contexto en el que las decisiones de contratación se rigen cada vez más por factores económicos, políticos y de estabilidad a largo plazo.