El Vaticano fue testigo de un momento histórico este jueves, cuando desde el balcón central de la Basílica de San Pedro se escuchó la esperada frase: Habemus Papam. El nuevo pontífice de la Iglesia Católica es el cardenal estadounidense Robert Prevost, quien eligió el nombre de León XIV para iniciar su pontificado.
Con 69 años y una destacada trayectoria pastoral y teológica, León XIV se convierte en el primer Papa nacido en Estados Unidos en la historia de la Iglesia. Su elección marca un giro simbólico hacia una Iglesia global, comprometida con los desafíos contemporáneos, pero también arraigada en una profunda tradición espiritual.
Una elección que confirma el legado de Francisco
Robert Prevost fue durante años una figura clave en la curia romana, especialmente cercano al Papa Francisco, quien lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023. Desde ese cargo, Prevost jugó un rol fundamental en la renovación del episcopado, promoviendo perfiles pastorales, humildes y comprometidos con las periferias, en línea con la visión del Papa argentino.
La elección de Prevost puede interpretarse como una continuidad del pontificado de Francisco, no solo en términos ideológicos sino también en estilo. Su primer mensaje como León XIV fue breve, cargado de espiritualidad, y centrado en la necesidad de una Iglesia “abierta, misericordiosa y valiente”, recordando las palabras y gestos que caracterizaron a su antecesor.
“Siguiendo el camino de San Francisco, me propongo ser un servidor de la paz, de los pobres y de la esperanza cristiana”, expresó desde el balcón, bajo una ovación multitudinaria de fieles congregados en la Plaza San Pedro.
León XIV: una elección cargada de simbolismo
El nombre elegido por el nuevo Papa no es menor. El último León en ocupar el trono de Pedro fue León XIII, pontífice entre 1878 y 1903, recordado por su encíclica Rerum Novarum, que sentó las bases de la doctrina social de la Iglesia. Al elegir el nombre de León XIV, Prevost parece enviar un mensaje claro: su papado buscará reconciliar tradición y modernidad, espiritualidad y justicia social.
Un nuevo capítulo para la Iglesia
Con la elección de León XIV, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa que se construye sobre las bases sentadas por Francisco: una Iglesia más sinodal, menos centrada en el poder, y más enfocada en el testimonio evangélico.
La figura de Robert Prevost, cercano a las comunidades y formado tanto en América como en América Latina —donde fue misionero en Perú—, representa esa visión global y pastoral que supo promover el Papa emérito. Su pontificado recién comienza, pero el rumbo parece estar marcado: humildad, servicio y compromiso con los más vulnerables.
