Hace unos días sorprendió en las aguas de Puerto Blest, Parque Nacional Nahuel Huapi, la aparición de un Huillin, una nutria de río, nadando tranquilamente como si nada pasara. El animal fue visto por un guardaparque y el video que logró registrar se viralizó no solo porque fue simpático el roedor de río, sino sobre todo porque es una de las especies más amenazas y en peligro de extinción.
Su aparición en la cordillera patagónica fue una señal de que aún allí tienen medios de supervivencia, por lo menos hasta ahora. Desde la administración del Parque Nacional Nahuel Huapi, trabajan a diario para preservar esta especie y de tantas otras que podrían estar amenazadas.
Hasta 1950 era habitual ver huillines en casi toda la región norpatagónica. «Sin embargo, su amplia distribución y población disminuyeron drásticamente en la última mitad del siglo. Las causas son la caza para responder a la demanda de la industria peletera y en especial la modificación de las costas y cursos de agua por las actividades humanas. Otra causa posible aún en estudio es la introducción de especies exóticas como la trucha, el salmón y el visón», explica un informe elaborado por el parque nacional.
Quién es y cómo es su estilo de vida
El Huillin es un mamífero carnívoro que había con exclusividad en la región patagónica argentina y chilena. Es una de las cuatro especies sudamericanas conocidas como «lobitos de río» o «rey de aguas dulces.
Su dieta está basada principalmente en cangrejos de la zona y langostinos. En ocasiones come percas, puyenes y truchas. Los largos bigotes con los que cuenta le sirven para detectar y encontrar a sus presas debajo de agua.
«Su dieta y su tamaño corporal lo sitúan en el nivel superior de la red alimentaria acuática. Para asegurar el desarrollo y reproducción de sus poblaciones necesita disponer de un amplio territorio y aguas sin contaminar, con costas en estado natural o poco perturbadas y suficiente cantidad de alimentos», agrega el estudio.

Es un animal adaptado a la vida acuática que está acostumbrado a vivir en solitario. La hembre suele tener dos o tres crías por parición que a los tres meses de vida se van de la madriguera «familiar» para iniciar su vida solos. El Huillín construye su nido en costas complejas, con vegetación, troncos, rocas o barrancas.
Los machos pueden medir hasta 1,10 metros y pesar 10 kilos y las hembras alrededor de los 7 kilos. El macho marca con excremento un amplio territorio que pude abarcar el área de más de una hembra.