Madrid es un museo al aire y caminar por sus calles es una de las experiencias más increíbles que un viajero ávido de nuevas aventuras puede anhelar. A cada paso te encuentras una fachada singular, una escultura, un comercio artesano, una inscripción grabada en el suelo… Acompáñanos por la Gran Vía y el Paisaje de la Luz y observa con la mirada de un explorador los encantos que atesoran.
Desde el cielo de Gran Vía
La centenaria Gran Vía representó la modernización de Madrid con la construcción de los primeros rascacielos de España y, hoy en día, es una de las arterias más vibrantes repleta de teatros, restaurantes, comercios y todo tipo de oferta de ocio. ¡La Gran Vía es diversión! y también, y esto te sorprenderá más: el refugio de personajes mitológicos que te observan desde las azoteas.
Para conocer algunos de los más icónicos, puedes situarte en el número 31 de la avenida y, si miras hacia arriba, te encontrarás con Diana Cazadora, la diosa romana protectora de la Naturaleza, que corona el hotel Hyatt Centric Gran Vía. No te lo pienses y sube hasta El Jardín de Diana, el bar que se ubica en la última planta y, además de verla con todo detalle, podrás disfrutar de un delicioso cóctel. Si te preguntas a quién apuntan las flechas de Diana, mira al frente, porque justo en el número 32, tienes la respuesta: El Ave Fenix, que observa desafiante sobre la cúpula negra de antiguo edificio Madrid-París. ¡Y atención porque dos de las flechas están grabadas en el pavimento de la calle, como si no hubieran llegado a su destino y hubieran caído a suelo!
Un poco más abajo, en el número 21, donde se ubica el hotel NH Collection Madrid Gran Vía, te espera Atlas, el titán que sobre sus hombros sostiene el mundo. Para admirarlo con más detalle, sube a Picalagartos Sky Bar & Restaurant, ideal para hacer una parada gastronómica. Y al llegar al número 18, en el edificio que albergó el hotel Roma y hoy sede del espacio comercial WOW Concept, tienes que dirigir de nuevo la mirada hacia el cielo para descubrir la escultura de la loba capitolina, una fantástica réplica de la original.
Déjate llevar por el ritmo y la magia de avenida y baja hasta la confluencia de las calles Alcalá y Gran Vía. En este punto, prepárate para ver uno de los enclaves más fotografiados e icónicos de Madrid: el edificio Metrópolis, coronado por la estatua de la Victoria Alada. Y, toma nota, porque albergará próximamente un hotel boutique, un spa, un club privado y varios restaurantes.
El Madrid de Antonio Palacios
Tu ruta continúa por la calle Alcalá donde podrás visitar uno de los edificios más icónicos diseñados por el arquitecto Antonio Palacios, el gran arquitecto y urbanista de Madrid: el Círculo de Bellas Artes, inaugurado en 1926 por el rey Alfonso XIII, y desde cuya azotea, presidida por una impresionante escultura en bronce de Minerva, te impresionarán las espectaculares vistas en 360 grados de la ciudad. Además, tendrás la ocasión de admirar algunas de las exposiciones temporales que se programan o saborear las delicias gastronómicas del espacio denominado La Pecera.
Caminando por la calle Alcalá, llegarás a uno de los símbolos de la ciudad: La Fuente de Cibeles. Situada en el centro de la Plaza a la que da nombre, está rodeada por otros icónicos edificios como el Palacio de Linares y el Palacio de Cibeles, diseñado también por Antonio Palacios e inaugurado en 1909. Además de ser la actual sede del Ayuntamiento de Madrid, alberga el espacio cultural CentroCentro. No dejes de subir al mirador, que se encuentra en la gran torre del Palacio.
Paisaje de la Luz
Desde la misma plaza de Cibeles tienes el punto de partida perfecto para sumergirte en el Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO e integrado por el Paseo del Prado y el parque de El Retiro. Además de las tres grandes pinacotecas de Madrid, como son el Museo del Prado, el Thyssen Bornemisza o el Reina Sofía, tienes al alcance otros tesoros menos conocidos como el Real Jardín Botánico, la Real Academia Española de la Lengua, el Museo Nacional de Artes Decorativas o el Real Observatorio Astronómico.
La mejor forma de recargar las pilas y llenarte de energía es terminar tu ruta en el parque de El Retiro. Con 125 hectáreas y más de 15.000 árboles, es no solo uno de los pulmones verdes de Madrid, sino también el escenario ideal para disfrutar de la cultura, el ocio y el deporte. No te pierdas su Estanque Grande, con pintorescas barcas para practicar remo y el Palacio de Cristal, uno de los más representativos de la arquitectura del hierro en España.
Y así, en poco más de 20 minutos, habrás diseñado un recorrido caminando que te lleva a elevar la mirada al cielo de Madrid y te guía directamente al Paisaje con más luz de la ciudad.
