En plena asamblea plenaria que se desarrollaba en la localidad bonaerense de Pilar, los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina fueron sorprendidos con una noticia de alto impacto: se había anunciado la elección del nuevo Papa. La atmósfera se transformó rápidamente cuando, reunidos frente a una pantalla en el anfiteatro, los prelados celebraron con aplausos la designación de León XIV como nuevo líder de la Iglesia Católica.
El arzobispo de Mendoza y actual presidente de la Conferencia Episcopal, Marcelo Colombo, expresó su entusiasmo por la elección. En declaraciones a un medio nacional, subrayó que León XIV “es un hombre profundamente comprometido con la línea pastoral iniciada por el papa Francisco, especialmente con el proceso sinodal que promueve la escucha activa de los pueblos y una conducción basada en el Evangelio”.
Tras la presentación del nuevo pontífice desde el tradicional balcón de la Basílica de San Pedro, la Conferencia Episcopal difundió un comunicado donde manifestó su «profunda alegría y gratitud» por la elección del nuevo Obispo de Roma. El mensaje oficial expresó además el compromiso de acompañarlo “con oración y afecto, pidiendo a Dios que lo fortalezca con sabiduría, misericordia y un firme compromiso con la paz».
En ese mismo texto, los obispos renovaron su voluntad de “caminar como Iglesia que peregrina en la Argentina, con fidelidad al Evangelio, en espíritu sinodal y con vocación misionera”. Finalmente, convocaron a la comunidad católica a orar por el nuevo Pontífice y a confiar en la protección de la Virgen de Luján.
Colombo, quien conoció personalmente al ahora León XIV durante una visita papal a Perú, destacó su “sencillez y cercanía como obispo hermano”, y afirmó que su elección representa “una oportunidad para que América Latina continúe aportando a la Iglesia universal una mirada profundamente evangélica, nacida del sentir del pueblo”.
