Si el interiorismo de los restaurantes dice mucho de sus propietarios, los nombres también hablan de ellos y, a veces, de tendencias. Como la del “naming malote”, como calificaba Laura Conde en un artículo de Comer esa tendencia a moverse en un campo semántico irreverente (Malparit, Maleducat, Insolent…), sin entrar en personalismos. Estampar tu nombre y apellido compromete y a veces asusta tanto, que muchas figuras de los fogones no lo han hecho nunca. También hay restaurantes en los que lo importante es cómo se llama el sitio, al margen de quien en cada momento cocine. Y existe otra tipología: la de esos lugares donde se ha decidido preservar la denominación originaria e inscribir abajo, en una tipografía sutil, la firma del actual inquilino. Como en La Jovita (carretera de La Bisbal, 48, Calonge), desde hace tres años convertida en La Jovita per l’Esteve V. G.
Cuentan que en los años 60 allí comieron desde Dalí hasta las más deslumbrantes estrellas de Hollywood que pasaban por la Costa Brava y que detenían sus descapotables a un lado de la carretera, frente a la casa en que una cocinera a la que llamaban “la Jovita” preparaba suculentos guisos. Cuando Esteve García Vilanova (Barcelona, 1991) decidió abrir allí su restaurante, averiguó que la mujer no solo era querida por sus platos, sino por su bondad. Y que por eso aún hoy se le rinde tributo cada vez que en las fiestas de Calonge sacan a la giganta, a la que pusieron su nombre, al igual que lo lleva una plaza del pueblo. “¿Cómo renunciar a esa memoria?”, se pregunta en voz alta este cocinero discreto y respetuoso, encantado de haberse formado en la escuela Sant Ignasi, a la que sigue vinculado como docente y por amistad con sus antiguos maestros, como David Beltrán, quien lo visitó hace poco.
¿Quién, si no Carles Gaig, le habría enseñado a preparar una liebre a la manera de Alcántara?
“¿Cómo no va a haber platos que recuerdan la cocina de Carles Gaig?” Es la otra pregunta que se responde sola, “cuando se ha aprendido junto a alguien a quien admiras tanto”. De la mano de Gaig trabajó en Barcelona, Andorra y Singapur. ¿Quién, si no, le habría enseñado tan bien a preparar platos extraordinarios y olvidados, como la perdiz a la manera de Alcántara? También estuvo con Nandu Jubany en Andorra y mucho antes, en la sala del Capritx de Artur Martínez, en Terrassa.
Probamos la cocina de García Vilanova en Singapour, y la reencontramos, ya con voz propia, en este rincón del Baix Empordà, donde el crítico Philippe Regol afirmó haberse comido una langosta gratinada con holandesa, “mejor que la que puedan servir en cualquier restaurante con tres estrellas Michelin de París”. Deliciosa.

La galantina, con pollo de payés asado a la catalana
Pere Duran/Nord Media

La alcachofa del Prat con picada de almendras
Pere Duran/Nord Media

Langosta gratinada con trufa negra, setas y salsa holandesa
Pere Duran/Nord Media
En su restaurante, García Vilanova y Celine Wu, pareja del chef desde que se conocieron en Singapur, donde ella era azafata de primera clase en Singapore Airlines, quieren regentar un restaurante gastronómico “que nadie vea inaccesible”. Por eso hay arroces, ensaladas, unos calamares a la romana exquisitos o una acertada alcachofa rellena de picada de almendras. Pero también se puede encargar una de esas langostas, disfrutar de una galantina impecable, o de uno de los mejores lenguados a la meunière que una haya probado (¡la pieza pesaba 1,3 kg!), que combina la mantequilla con el aceite de oliva virgen extra, alcaparras y aceitunas; o un gamo Rossini a su manera, con pan de brioche, foie micuit, láminas de trufa en invierno…
La Jovita per L’Esteve GV
DIRECCIÓN
Ctra. de la Bisbal, 46
972 65 12 16
“Soy mitad Gaig y la otra mitad, aunque digan que miro mucho a Francia, fruto de lo que experimento; de lo que leo; de salir a comer fuera; de probar y probar en mi cocina”.
La sala, con una buena bodega donde abunda el champán de vignerons “con proyectos pequeños, como el nuestro”, la dirige con sutileza Celine Wu: pídanle consejo sobre los tés, que selecciona ella misma en su China natal.